Tras la mala clasificación cosechada por Brendon Hartley en la jornada de sábado del Gran Premio de Austria, Toro Rosso y Honda tomaron la decisión de estrenar una nueva unidad de potencia completa, no por necesidad, sino para penalizar en esta carrera y no en futuras, cuando Hartley esté colocado en mejor posición.

Es entendible entonces que en el equipo cantera de la bebida energética se quedaran blancos al ver cómo el piloto neozelandés reportaba problemas hasta el punto de quedarse finalmente detenido en pista. Tras dos roturas desde que introdujeron la última actualización y tras cerrar su acuerdo con Red Bull, una rotura en casa de su futuro equipo, no era la mejor de las presentaciones.

Por eso no es de extrañar que Toyoharu Tanabe se haya apresurado a explicar que no hubo ningún tipo de problema relacionado con la unidad de potencia en el vehículo de Brendon Hartley. “Brendon iba décimo, haciendo un gran trabajo al manejar sus neumáticos, cuando se tuvo que detener con un problema no relacionado con la unidad de potencia.”, aseguró el de Honda.

Por su parte, el neozelandés acotó sus problemas a algo en la parte trasera, que se sentía como un pinchazo, lo que explicó esos metros a baja velocidad en los que incluso parecía que podía continuar en carrera, pero que acabó igualmente en abandono. “Algo falló en la parte trasera del vehículo. Al principio pensé que era un pinchazo porque podía sentir algo moviéndose atrás, pero no estoy seguro de qué pasó exactamente.”, afirmó Hartley.