Honda no suelta prenda y no da ninguna pista sobre un posible interés en motorizar a Red Bull desde 2019. La oportunidad es una realidad, aunque la escudería austriaca tendrá la última palabra. Por el momento, el motorista japonés se conforma con suministrar los propulsores al equipo pequeño, Toro Rosso, en un inicio de temporada que se está viendo marcado por el impredecible rendimiento del vehículo de Faenza.

La nueva alianza fruto de la separación con McLaren a finales de la pasada temporada está yendo mejor de los esperado en Toro Rosso, o al menos eso han dado a entender hasta ahora; teniendo en cuenta los desastrosos tres años de la asociación McLaren-Honda: "Toro Rosso está abierto a nuevas ideas y nos escucha atentamente”, explica Toyoharu Tanabe a Auto Hebdo.Los escuchamos con la misma atención. Juntos estamos trabajando duro para lograr nuestro objetivo, añade el director de Honda en F1.

Tanabe no aclara nada sobre el futuro de Honda. Red Bull debe decidir que motor montar en 2019 y este curso sirve como banco de pruebas para que los austriacos decidan si continuar con Renault o cambiar al motor japonés: "Estoy centrado en esta temporada y en la asociación técnica con Toro Rosso. En cuanto a todo lo demás, las decisiones se toman en la alta gerencia de Honda, indica Tanabe.

Honda introdujo pequeñas mejoras en su motor de cara ala segunda prueba celebrada en Bahréin; una filosofía que no desagrada a la cúpula de Toro Rosso, pues creen que es conveniente avanzar con pequeñas mejoras pese al límite de tres motores impuesto para 2018: "Otros equipos trabajan con dos o tres actualizaciones importantes por temporada", afirma el jefe de Toro Rosso, Franz Tost, a Speed Week. "Perseguimos una filosofía diferente. Queremos hacer que el automóvil sea más rápido cada vez que hacemos pequeñas mejoras", concluye.