El Gran Premio de Rusia no salió como Renault hubiera deseado. La falta de rendimiento de la unidad de potencia jugó en su contra, y a pesar de conseguir justo lo que buscaban en la jornada del sábado, clasificar lo más delante posible, pero con libre elección de neumáticos, no fue suficiente para lograr su objetivo.

Sainz sufrió un contacto que le limitó en rendimiento, y a Hülkenberg le faltaron unos segundos para entrar en la lucha de los puntos. Como resultado, Renault no sumó ningún punto por tercera vez en la temporada, perdiendo terreno ante Haas y Force India, siendo la diferencia con el equipo americano de solo 11 puntos.

Lo que sí consiguió Renault, fue protagonizar uno de los momentos divertidos de la prueba. Un sorprendido Nico Hülkenberg es avisado por radio durante la vuelta 41 de carrera de que va a ser doblado. Al mirar por su retrovisor, el de Renault se queda perplejo, y pregunta por radio si de verdad está liderando un Red Bull, a lo que su ingeniero le respondió afirmativamente.

Esto no hizo más que aumentar el nivel de sorpresa del piloto alemán, que respondió con un “Qué diablos… ¿Qué ha ocurrido?”, conocedor de que los Red Bull partían desde el fondo de la parrilla y que en ningún momento mostraron más potencial que los Ferrari y Mercedes.

Fue entonces cuando el ingeniero de pista de Hülkenberg le explicó que Max Verstappen no había hecho aún su parada, motivo que le permitía liderar la carrera por delante de los Mercedes y Ferrari que sí habían parado.