Después de que en los primeros compases de 2011, Robert Kubica se destruyera el brazo en un accidente de rally amateur, que le pudo costar la vida, el polaco siempre ha soñado con volver a la Fórmula 1. El ex compañero de equipo de Nick Heidfeld, completó un gran 2010 con su Renault, que no era nada de otro mundo, en los podios, y ya tenía contrato firmado con Lotus Renault el mismo año del grave suceso.

Sin embargo, todo el mundo ya daba por hecho que el matrimonio Kubica-Ferrari iba a ser una realidad, compitiendo al lado de Fernando Alonso. Y aunque su accidente mal afortunado le apartó de la F1, este fin de semana, hablando con la Sky italiana, Kubica confesó que estuvo muy cerca de correr en Maranello. Siendo piloto oficial del campeonato mundial de Rally, se podría pensar que la recuperación del polaco ha llegado a su fin, aunque la falta de espacio en un F1 es el principal problema para Kubica.

"Cuando la temporada concluya, me fijaré en todo. El brazo y la mano están bien. Y desde un punto de vista de movilidad, ha habido mejoras. Aunque desde el punto de vista de las limitaciones no ha cambiado nada", confirmó Kubica a la BBC.

Aunque la esperanza de este piloto es interminable, y siempre está pensando en cómo regresar a la categoría reina del automovilismo, al parecer, con algo más de cirugía podría recuperar la movilidad suficiente y dejar de lado las limitaciones de espacio de su brazo, mano, muñeca y dedos de la extremidad derecha.

"Así que necesito más cirugía, y hay posibilidades, pero es una temporada ajustada, con muchas pruebas de rally y son eventos largos", reconocía Kubica. "Volver a la F1 sería un sueño, pero tengo que ser realista. Si decido intentar volver, tendré que someterme a operaciones este invierno y quizá con la ayuda de los doctores y algo de suerte, será posible", concluyó.