Robert Kubica podría estar más cerca que nunca de pilotar uno de los Fórmula 1 actuales, de modo que el polaco probaría sus habilidades en las condiciones más exigentes de la categoría de los últimos años.

Según publica Auto Motor und Sport, el polaco se subirá al RS17 durante los test post GP de Hungría en el trazado de Hungaroring. Además, el veterano piloto compartiría rol con Nicholas Latifi, quienes conformarían la pareja elegida por la formación gala.

Unos test con uno de los monoplazas actuales serviría a Kubica como prueba final ante un hipotético retorno a la máxima disciplina del automovilismo. Tras su primer contacto con el E20 hace unas semanas, el polaco aseguró que se veía más cerca que nunca de volver, incluso daba un 80-90% de posibilidades de volver.

A falta de confirmación oficial por parte del equipo, solo cabe esperar a que, finalmente, Robert pueda ponerse al volante de una máquina, en teoría, más exigente al E20, con la que podría comprobar de primera mano si realmente está al nivel óptimo para poder retornar a la F1.