El posible regreso de Robert Kubica a la Fórmula 1 ha ido ganando enteros sobre todo tras el test que realizó con Williams en las pruebas que se realizaron en Abu Dhabi. El equipo de Grove evaluó al piloto polaco de cara a darle un asiento titular en 2018 haciéndole rodar con distintas configuraciones para probar que está listo físicamente después del accidente sufrido en un rally que le dejó graves lesiones en su brazo derecho.

El propio Kubica no tiene dudas sobre su capacidad para pilotar un Fórmula 1 y afirma que su lesión no le ha dejado secuelas que le afecten significativamente al subirse a un monoplaza. “Honestamente, tengo muchas más limitaciones en mi vida diaria que en el coche. Pilotar un Fórmula 1 no es lo mismo que en el pasado. Aun así, mis limitaciones son mucho menores de lo que parecen. El 90% de mi pilotaje es igual que hace años”, explicó el polaco durante la gala de Autosport Awards.

"Estoy en mejor forma que antes"

El test de Abu Dhabi fue la segunda vez que se subió a un monoplaza de especificaciones actuales. Kubica rodó en diferentes pruebas privadas cuando estaba en la órbita de Renault hasta que el equipo francés decidió darle la oportunidad de probarse en un coche de 2017 durante los test postcarrera que se celebraron en Hungría. Después de que Renault anunciara el fichaje de Carlos Sainz, el polaco decidió centrar sus esfuerzos en lograr un asiento en Williams.

A pesar de que los monoplazas actuales son más exigentes físicamente que los anteriores, Kubica se sintió cómodo durante los test. “Estoy en mejor forma que antes, pero ahora tengo que trabajar más porque la edad no ayuda. La principal diferencia está en la cabeza. Es increíble el potencial que tiene el cerebro y lo rápido que se puede adaptar a diferentes situaciones. Desafortunadamente, mi carrera se interrumpió por las lesiones. Aprendí a vivir y a pilotar un Fórmula 1 con ellas. Estoy sorprendido por los resultados”, admitió.