El tema que nunca acaba de desparecer. La quema del aceite en los motores de Fórmula 1 vuelve a salir a la palestra después de la última decisión adoptada por la FIA. Aunque en el pasado, el organismo internacional logró limitar la cantidad que los equipos podrían consumir, sin embargo, los motoristas ganaron una pequeña batalla.

Consiguieron mantener un depósito de aceite auxiliar, que únicamente debería actuar en caso de necesidad, pero que dejaba una puerta abierta a la inventiva, y de las cuales algunos responsables ya avisaron. La FIA ha incidido sobre este aspecto regulando todos los aspectos de este depósito auxiliar, también llamado AOT.

La normativa técnica ahora incide en que la única misión de este depósito será la reposición del sistema de lubricación del motor, y añade, como principal novedad, que dicho depósito deberá estar vacío durante la sesión de clasificación, evitando que sea uno de los elementos aprovechados en los famosos ‘party mode’ que los equipos usan especialmente en Q3.

Además, para 2020, la normativa técnica especificará que solo se podrá usar un único depósito en el monoplaza, cuyo volumen, incluyendo las conexiones, no puede superar los 2,5 litros, y que la transferencia de aceite que salga de dicho depósito deberá estar controlada por un solenoide, cumpliendo así los deseos de Charlie Whiting, que ya explicó hace tiempo que buscaba verificar cómo los equipos usaban estos tanques auxiliares.