Mientras el gran reglamento técnico de 2021 va tomando forma antes de publicarse enteramente a finales del mes próximo, lo que prometía ser una revolución, va camino de quedarse en la más absoluta continuidad. El reglamento de 2021, amenazado incluso en ocasiones a adelantarse a 2020, debía dar forma a la segunda gran etapa híbrida de Fórmula 1, siendo el primer gran cambio desde 2014, sin desmerecer los cambios aerodinámicos presentados para la temporada 2017.

Sin embargo, este futuro reglamento ya ha quedado deslucido tras conocerse primeramente que no habría revolución en el tema de motores, motivo por el cual ningún nuevo motorista ha querido entrar en la Fórmula 1. Y ahora, la segunda gran novedad que iba a presentar el reglamento, la estandarización de las cajas de cambios, también se cae antes de comenzar.

La FIA dio a conocer esta misma temporada la apertura del concurso para las empresas que quisieran convertirse en suministradoras únicas de esta tecnología, por lo que se puede afirmar que la estandarización estaba en fase avanzada, lo que no ha sido de gran importancia a la hora de echarse atrás.

Ni nuevos motores, ni cajas de cambio estándar

Los equipos han intervenido, logrando convencer a la FIA de que al contrario de lo que se lleva muchos años afirmando, la fabricación individual de las cajas de cambio no es tan cara como podría parecer, y que una caja de cambios estándar iba a reportar beneficios mínimos para el conjunto de la Fórmula 1. Argumentos, que han convencido a los responsables del reglamento.

Ni que decir tiene que la caja de cambios es un elemento que claramente puede marcar las diferencias entre equipos, y que al igual que ocurre con los motores, cuyos fabricantes actuales ya consiguieron frenar un cambio de reglamento, la mayoría de motoristas también provee de cajas de cambios a diferentes equipos, convirtiéndose, además de un elemento diferenciador, también en una de esas piezas por la que los grandes fabricantes pueden sacar beneficios.