El personal y los aficionados de la Fórmula 1 ya se han familiarizado totalmente con el ‘halo’ que tantas críticas suscitó por su introducción esta temporada y apenas se han escuchado quejas una vez se han completado las primeras cuatro carreras del año. A pesar de que esta protección ya está asumida dentro de la estética de los monoplazas, en la IndyCar continúan realizando pruebas con su versión del ‘aeroscreen’ que ellos bautizaron como ‘windscreen’.

Tras rodar en Phoenix el pasado mes de febrero con un primer prototipo, la categoría estadounidense estrenó una actualización de esta pantalla en el óvalo de Indianápolis, aprovechando el inicio de los test para las 500 Millas que se disputarán a finales de mayo. En esta ocasión, el encargado de probar la protección fue el piloto de Penske y vigente campeón de la IndyCar: Josef Newgarden.

El ‘windscreen’, fabricado con materiales similares a los utilizados en los aviones de combate, apenas influye en la estética de los monoplazas y resulta casi imperceptible en las imágenes mostradas por televisión. Las principales novedades introducidas en este test fueron un conducto de aire y una cinta adhesiva de color negro dentro del ‘cockpit’ para evitar reflejos en la pantalla.

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Newgarden se mostró satisfecho con la prueba tras bajarse del coche, aunque reconoce que todavía hay que mejorar ciertos aspectos del ‘windscreen’. “Fue algo fascinante. Es algo totalmente diferente para un monoplaza. No estoy acostumbrado a tener una pantalla así de grande justo delante, pero fue interesante probarlo. Lo más interesante fue el cambio de visera en mi casco. Pasar a usar una visera clara fue mejor, me ayudó con la visibilidad y la claridad”, comentó el estadounidense.

“Aún hay que trabajar en pequeñas mejoras, sobre todo con respecto a la claridad con la visera y la percepción a la hora de ver a través de él. Fue fácil hacerlo funcionar, no tuve ningún problema importante con él. Creo que la IndyCar ha hecho un buen trabajo”, añadió Newgarden.