Singapur es una ciudad-estado y por ello su capital recibe el nombre de este o al revés. República Parlamentaria Multipartidista desde 1963, está inspirada en el sistema británico, y resulta curioso cuando es precisamente de este de quien se independizaron. Hablamos de un nutrido ramillete con más de 60 pequeñas islas, que solo suman una superficie total de alrededor 700 km2. Esto les supone ser el país más minúsculo del sudeste asiático, pero con una alta densidad de población, 5.5 millones de habitantes. Logran eso sí, un brillante PIB (PPA) de 488.000 millones de dólares, el 39º del mundo. El reparto de este, va a juego con la música que por allí suena en los locales nocturnos, poco armoniosa. El Marina Bay tiene 5.073 kilómetros de longitud. 23 curvas, 13 a izquierdas y 10 a derechas. Se rueda en el sentido opuesto a las agujas del reloj. Altas velocidades en rectas como la de Esplanade Drive o Raffles Boulevard, para luego frenar a fondo, casi en seco, y abordar curvas a menos de 100 km/h.

Unos se van y otros llegan. Sabemos que los primeros son CVC Capital Partners y los segundos Liberty Media. Pero el tema de porcentajes y cifras están algo confusas. Parece ser que CVC vendió el 35,5% de la participación que le restaba del 63% inicial comprada al concluir el año 2005 por 2.000 millones de dólares de entonces. También decir que Fondos de Inversión como Black Rock, Norge y Waddell & Reed poseen el 21%. Y nos queda Bernie Ecclestone, pues a través de Bambino Trust acapara un 8,5%, sumado a otro 5,3% para él solito. Liberty Media Corporation, que nace en 1991, es un gigante constituido por 185 inversores distintos, de los que cinco sobresalen. Básicamente, Ashe Capital, Berkshire Hathaway, Seizert Capital, Southeastern Asset y Vanguard Group. Como tocan otros palos, son dueños de los Atlanta Braves, un afamado equipo de béisbol norteamericano, de Live Nation Entertainment, la Time Warner y Viacom. Ya se verá cómo mezcla todo esto con la F1.

Tras todo lo anterior y en vistas a la toma de control en los próximos meses del Gran Circo, que seguirá presidido por Bernard Charles Ecclestone, el responsable máximo de los de Liberty Media, Chase Carey, pareció dejar abierto un nuevo mundo dentro de esta competición de bólidos multicolores. "Los equipos tendrán la oportunidad de participar en la inversión de la F1 y los términos detallados de la misma se acordarán en su momento. Algunas escuderías ya han expresado su interés en invertir después de la finalizar el proceso de adquisición", declaró el estadounidense, quizás, de manera un tanto anticipada. La cuestión es si este ofrecimiento tendrá el ‘éxito’ que en su día tuvo CVC con una medida parecida, pues el coste de las acciones estaba por las nubes. Evidentemente de ser así otra vez, el problema a la vista sería que los equipos con menos potencial económico quedarían fuera de tal ‘oportunidad’, aumentado el poder decisorio/mediático de los más poderosos.

Nunca antes una decisión tan injusta, ha marcado así a un piloto de la talla de Daniil Kvyat, pues comenzó la temporada en Red Bull de manera más que satisfactoria. Y queriendo más, arriesgó. Luego los rivales ‘afectados’ parecieron sacar la agenda telefónica, poniéndose al habla con los prebostes de la casa de la bebida energética. Es lógico que, desde que pilota el Toro Rosso, monoplaza muy distinto del entregado a Max Verstappen, nada sea igual y muchos encima le pregunten por el 2017, mientras el coche pierde ritmo, véase Spa o Monza. "Para ser sincero, realmente necesitaba el parón. Creo que había mucho estrés acumulado, pensamientos y presión que iban a más. Fue demasiado. Pude liberarme de toda esa mierda, pero por otro lado, fue desafortunado para el equipo que esas dos carreras no se adaptaran completamente al coche”, dijo el ruso, aunque para él fue positivo “porque pudo trabajar en las sombras”. Yo, de Daniil, al estar en la posición en la que está, linterna en mano.

Hay ocasiones en que las cosas más evidentes pueden pasar desapercibidas incluso para gentes dedicadas a la tecnología y en especialidades complejas que necesitan de pruebas, pruebas y más pruebas. Así, referido a los nuevos neumáticos previstos para el 2017, era lógico, de cajón, que más goma sobre la pista, montada en coches de temporadas anteriores, simulando una carga aerodinámica ficticia, no podía ser sinónimo de mayor velocidad. Por ello Paul Hembery hablaba así de los participantes que hacen los test con ‘old’ monoplazas: "Usan varias técnicas para intentar lograr esa carga, pero a veces haces eso y ralentizas el coche demasiado. Para ser sincero, fue como lo que vimos con el Toyota, que intentamos bajar la carga y lo que pasó fue que el coche era lento en recta por la resistencia al aire y no era lo que necesitamos". Es evidente que al mezclar elementos tan disjuntos, se obtenga un resultado similar, pues que yo sepa, la potencia de las unidades de potencia híbridas ya toca su techo.

Seguidamente Marco Tronchetti, jefe superior de Hembery, dió un paso al frente al proponer que Mercedes les preste a sus pilotos titulares, Lewis Hamilton y Nico Rosberg, para los test de gomas previstas para el 2017. Quizás olvide que los pilotos de la Scuderia, Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen, ya los probaron con el resultado antes mentado. "Es malo para ellos si no lo hacen. Ferrari aportó a sus mejores pilotos, así que creo y espero que el resto haga lo mismo", dijo Tronchetti. El italiano mantiene que los primeros espadas "tiene la sensibilidad para entender el cambio en los neumáticos", cuando quizás los jóvenes también pueden aportar, acaso Pascal Wehrlein. Decir que Ferrari tiene pendientes cuatro jornadas más de test, los de Brackley cinco y Red Bull, seis. Rosberg expresó algo lógico a la vista de lo acontecido, al preferir esperar "hasta que sea realmente útil". Y digo yo, si el monoplaza de la F1 actual ‘pesa’ más del 80% del resultado obtenido, ¿dónde está el problema de quiénes sean los pilotos?

La escudería Mercedes, sufrió un inexplicable ‘apagón’ bajo los focos del trazado del Marina Bay la temporada pasada. No clasificaron nada bien, y luego en carrera, tampoco pudieron alcanzar el podio. Quizás por ello Robert Doornbos, ex piloto de Red Bull Racing en 2006, se aventuró a pronosticar que esta temporada pueda suceder algo similar. Sobre candidatos al sorpasso, nada mejor que barrer para casa al citar a Verstappen. "Allí se necesita una gran cantidad de agarre aerodinámico y mecánico y en estos aspectos el coche es bueno. La potencia del motor también es mucho menos importante que en Monza", dijo el bueno de Doornbos, respecto a la pista de Singapur. Luego añadió: “Max el año pasado pilotó una carrera loca además del famoso '¡no!' por la radio. Esperemos que este año sea un '¡sí!' en el podio". Sobre esto último, pase que pueda tener posibilidades, pero aquel ‘no’ impidió a Carlos Sainz poder luchar por la séptima plaza contra el Force India de Sergio Pérez.