Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull, encabeza la cruzada para que las aguas vuelvan a su cauce en el equipo austriaco. El ambiente estaba muy revuelto después de que Sebastian Vettel decidiera por cuenta propia desobedecer las órdenes de equipo que recibió por radio. La orden 'Multi21' indicaba que el piloto del coche nº2 (Mark Webber) debía seguir en cabeza, mientras que el del nº1 (Vettel) no podía adelantarlo.

No obstante, Horner se aferra en sus últimas declaraciones a dejar claro que todo ha vuelto a la normalidad en Red Bull. "Hemos hablado mucho de ello, incluso fuera del entorno del equipo. No espero que vayan a pasar las próximas Navidades juntos, pero son pilotos profesionales que van a trabajar para asegurar que seguimos avanzando juntos". Las palabras del austriaco certifican que la herida era más profunda de lo que parecía a priori.

La relación entre el alemán y el australiano nunca fue la misma después del incidente que sufrieron en el GP de Turquía de 2010 en el que un toque entre ambos los dejó fuera de carrera cuando luchaban por la victoria.
La insubordinación de Vettel en Malasia fue la gota que colmó el vaso.