Ferrari comenzó la temporada con muy buenas sensaciones ya desde los test invernales que tuvieron lugar en Montmeló. La Scuderia empezó el año ganando y mostrándose claramente superior a Mercedes, con Sebastian Vettel no bajándose del podio en las primeras seis carreras de la campaña. A partir de ahí, el equipo de Brackley comenzó a dar la vuelta a la situación mientras el rendimiento de Ferrari sufrió un bajón.

Desde el parón veraniego, Lewis Hamilton ha ganado todas las carreras salvo el Gran Premio de Malasia, donde fue segundo. Esta excelente racha de resultados, unida a los problemas sufridos por Ferrari en varios fines de semana, permitió al británico escaparse en el liderato del mundial y depende de sí mismo para proclamarse campeón en México. En cuanto al mundial de constructores, Mercedes aseguró su cuarta corona consecutiva en Austin.

Según indican los rumores, el desastre protagonizado por Ferrari en Grandes Premios como el de Singapur o Japón podría desembocar en el despido de Maurizio Arrivabene como jefe de equipo de la Scuderia. Niki Lauda, quien fue piloto de Ferrari, conoce a la perfección cuáles son las debilidades de la estructura italiana y considera que esta disputa interna ha dañado sus opciones de luchar por el título.

“Ferrari es difícil de batir cuando tienen paz interior y confían en su propio rendimiento, pero es fácil derrotar a una Ferrari insegura y emocional. Es posible cuando están bajo su propia presión y tienen altas expectativas, explicó Lauda a la publicación Welt am Sonntag.