Es la imagen del Gran Premio de Austria. Max Versappen y Charles Leclerc emparejados, buscando la victoria, con el espacio mínimo… Los dos pilotos se tocaron a falta de dos vueltas tras protagonizar uno de los duelos más vibrantes que se recuerden en los últimos años. Leclerc, con menos ritmo, aguantó las embestidas de un Verstappen desbocado.

Tras varios intentos, en la curva tres, los dos pilotos impactaron, lo justo para enviar al monegasco por fuera de los límites d ela pista. Verstappen ya era primeo, aunque la polémica estaba servida. Desde el uro de Red Bull, calmaban al holandés: “Ningún problema”, le comentaban. Todo lo contrario por el lado de Ferrari; un Leclerc histérico no se explicaba la maniobra. Acción anotada por los comisarios y victoria en el aire.

Creo que el resultado hubiese sido el mismo, pero no es la manera correcta de adelantar. El final no era le deseado. Dentro del coche ha sido bastante claro, no sé cómo se ha visto desde fuera. No espero una penalización o no, pero dentro del coche me ha parecido injusto. No he visto las cámaras desde fuera, pero desde dentro del coche no me ha parecido el movimiento correcto”, explica Leclerc.

Los dos pilotos han sido llamados a declarar a las 18h. Minutos después, tras escuchar ambas versiones, los comisarios decidirán si la victoria se queda en casa de Red Bull o se va rumbo a Maranello.