El número de adelantamientos durante la temporada 2017 se redujo a la mitad en comparación a la pasada campaña. Esta situación estuvo causada por la nueva normativa de los monoplazas de Fórmula 1, pues su mayor carga aerodinámica dificultó la tarea de seguir al coche de delante. De esta forma, las maniobras de adelantamiento se volvieron más complicadas que en años anteriores y se vieron más carreras estáticas sin apenas cambios de posición en pista.

Una vez terminó la temporada, los equipos han accedido a colaborar con Ross Brawn en su investigación destinada a descubrir por qué a los coches de Fórmula 1 les cuesta seguirse unos a otros. Además de contar con datos confidenciales de sus túneles de viento, el director deportivo de la categoría también está usando el modelo que Manor había preparado de su monoplaza de 2017, justo antes de que la estructura cesara su actividad.

"Hay cosas que podremos mostrar a principios de año"

“Hemos traído la geometría del antiguo Manor de 2017 porque queríamos tener un modelo genérico que pudiéramos usar para darnos al menos una base. Sabemos que el coche de Manor no es un monoplaza puntero, pero la geometría es la de la normativa de este año y eso es lo que está funcionando”, explicó Brawn.

“Tenemos un modelo de los coches funcionando juntos y hemos llevado a cabo el trabajo inicial. Ahora que ha acabado la campaña, los equipos van a empezar a enviarnos sus coches de 2017 para tener modelos más representativos que investigar. Nuestro equipo humano está completo en un 75%, hay un par de personas que se incorporarán el año que viene y todo está yendo muy bien. Estoy entusiasmado por ello y hay cosas que podremos mostrar a principios de año para demostrar lo que estamos intentando hacer”, añadió.