La temporada 2014 depara muchas incógnitas tanto para los propios equipos y los pilotos, como para los aficionados y todo el entorno de la Fórmula 1. Estas incógnitas se presentan en forma de temores o con la esperanza de que alberguen un cambio que permita mitigar las grandes diferencias entre los equipos hasta ahora.

Pues bien, Ivan Capelli, expiloto de Fórmula 1, considera que estos cambios en la normativa pueden hacer que las escuderías más modestas recorten distancias con las 'grandes' formaciones y se vean carreras más igualadas:“Una revolución de este tipo puede mezclar mucho las cartas y dar lugar a este tipo de cosas hermosas que llevan ausentes en la Fórmula 1 desde hace mucho tiempo. Esta podría ser una oportunidad para que los equipos más pequeños se acerquen a la cima de la tabla de posiciones”, comentaba el italiano a través del blogf1.it.

Y además de esto, la próxima situación de cambios en la Fórmula 1 de 2014 la comparaba con una vivida en su época: “Quizá es un poco como en los años 80, con lo que hizo Leyton House cuando yo pilotaba, o Minardi con Martini, o el Tyrrell de Alesi”. Para el expiloto, en relación al cambio de motores, turbos, cajas de cambio, aerodinámica y sistemas de recuperación de energía, la dificultad estriba en “ponerlo todo junto”.

No obstante, y pese a sus esperanzas de carreras más igualadas, el italiano asume que es Adrian Newey el que marca el ritmo y que lo más probable es que de nuevo vuelva a triunfar con Red Bull. Pero ante estas afirmaciones, el diseñador de los monoplazas de Milton Keynes ha reconocido en varias ocasiones que se han encontrado con varios retos difíciles de superar:“El mayor problema para el monoplaza del año que viene es el alerón delantero más estrecho”, comentaba Newey a la publicación alemana Auto Motor und Sport. Y continuaba: “150 milímetros pueden no parecer mucho, pero es una gran diferencia cuando tienes que poner los 'endplates' en el centro de los neumáticos delanteros”.

Otro problema importante que Newey no ha pasado por alto es el motor. El paso de los propulsores V8 a los V6 Turbo conlleva nuevas técnicas de trabajo, dadas las características de los nuevos motores. De este modo el diseñador afirma que la instalación es doble o triplemente difícil de instalar: “El segundo reto es el nuevo motor, la instalación es por lo menos dos o tres veces más difícil que el V8”.

Con las nuevas reglas, el trabajo de Newey se complica y, tal y como él mismo afirma, será difícil repetir el éxito de años atrás. Una de las ventajas del RB9 estaba en la zona del difusor y del escape y, aunque no parece que puedan repetir este acierto, Newey no se rendirá y seguirá tratando de mejorar.“Logramos integrar el escape con nuestra aerodinámica mejor que la mayoría de los otros equipos, de modo que significa que también tenemos mucho que perder. Por otro lado, también he hecho coches cuando no había soplado sobre el difusor, y también parecía funcionar. Así que voy a intentarlo de nuevo”, sonrió el británico.