La agencia antidopaje parece haberse propuesto no dejar a ningún piloto sin controlar durante esta pretemporada. Y si el pasado lunes era Romain Grosjean el que se ‘quejaba’ de haber recibido la visita de los llamados ‘vampiros’ a horas intempestivas, ahora ha sido el turno de Fernando Alonso.

Lo curioso del tema, es que la agencia antidopaje, no ha aparecido en el domicilio de Fernando Alonso, sino que han viajado hasta Portimao para encontrarse con el piloto, interrumpiendo el breve descanso que el piloto tiene mientras realiza junto a todo el equipo Toyota un simulacro para las 24 horas de Le Mans.

Dichos simulacros no se limitan a las 24 horas que dura la mítica prueba de resistencia, sino que, buscando los puntos débiles del vehículo, se hacen pruebas de 36 horas e incluso se llega a las 48 horas, y aunque no es el caso, en ocasiones, especialmente con Audi, metían vehículos de otras categorías a rodar para que el piloto se enfrentara a tráfico real.

Una vez acaben estas pruebas con Toyota, Alonso apenas tendría un poco de descanso antes de tener que viajar a Barcelona para participar en los primeros test de pretemporada del año, esta vez, de Fórmula 1, con el nuevo MCL33.

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