El Gran Premio de Singapur supone un gran reto para los pilotos. Las 23 curvas del circuito de Marina Bay exigen una concentración máxima ya que las características del trazado no permiten ningún momento de descanso. Junto a unas condiciones extremas, con calor y humedad altas, se convierte en una de las carreras más duras de la temporada, además de ser la prueba con mayor duración del calendario de Fórmula 1 al rondar el límite de dos horas.

Kevin Magnussen está listo para enfrentarse al desafío del revirado trazado urbano que da comienzo a la gira asiática. “Es muy duro. Hace mucho calor y hay mucha humedad. Es probablemente una de las carreras más duras. Siempre se acerca al límite de dos horas. Es una carrera complicada con muchas curvas y no puedes tomarte ningún respiro. No hay muchas rectas donde te puedas relajar”, declaró el danés.

“Como la carrera es tan larga, la fatiga afecta a tu rendimiento mental. Si te pasas de frenada o aceleras demasiado pronto, hay un muro y probablemente lo golpees. Esto hace que las consecuencias de cualquier error sean mayores. Hay algunos baches en la pista y se intenta evitarlos tanto como se pueda. No es posible evitarlos todos ya que necesitas estar en la trazada. Por eso, es fácil bloquear los neumáticos en algunas zonas”, añadió el piloto de Haas.

Magnussen prefiere no hacer predicciones sobre el rendimiento del equipo estadounidense en las calles de Singapur. No se me ha dado bien adivinar el rendimiento de antemano. Generalmente me equivoco. Iremos allí y veremos cómo nos va”, admitió.