En el mundo del motor, hay especialidades que los aficionados adoran, por lo emocionante de sus carreras, y otras, donde los pilotos disfrutan al máximo nivel hasta el puto de competir única y exclusivamente por placer, por diversión.

Una de estas categorías es la ‘Sprint Car Racing’, vehículos ligeros de altísima potencia que compiten en óvalos cortos de tierra. Un lugar donde pilotos aficionados y pilotos profesionales de NASCAR o Indycar se miden de tú a tú y que, sin duda, algo deben de tener para enganchar de esta forma a los pilotos.

Quién ha tenido la oportunidad de probar uno de estos vehículos, ha sido Kevin Magnussen. El danés, que no ha escondido nunca su intención de subirse algún día a un vehículo de la Sprint Cup de la NASCAR, tuvo una primera toma de contacto en óvalos sobre uno de los vehículos de Tony Stewart, con longevas relaciones con Gene Haas, propietario del equipo de Fórmula 1, entre otros.

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Este test ha sido realizado a petición de Netflix, dentro del marco del documental que la productora está rodando sobre la temporada 2018 de Fórmula 1, con intenciones de lanzarlo a principio de 2019.

Por su parte, el piloto danés afirmó haber tenido uno de los momentos más divertidos en un coche de carrera de estos últimos años, agradeciendo el probar algo diferente a lo que está acostumbrado a hacer.