Haas ya vuela rumbo Australia para el pistoletazo de salida de la nueva temporada 2018 de Fórmula 1. La formación americana inicia su tercera temporada en la competición con el objetivo de superarse a sí mismo un año más. Kevin Magnussen reconoce que la empresa será difícil, aunque afirma que el nuevo monoplaza tiene las capacidades necesarias para lograr sus metas.

"¿Desafiante? No lo sé. Va a ser una buena temporada, otra buena temporada, asegura el danés. “Las dos primeras para el equipo han sido bastante exitosos. Va a ser difícil mejorarlos, pero por supuesto, ese es nuestro objetivo. Creo que hemos progresado con el coche. Con suerte, cuando lleguemos a Australia, tenemos un paquete que conocemos y con el que estamos contentos, añade.

Además, Magnussen no se aventura a dar una posición real del Haas, pues cree que deben esperar varias carreras para conocer su potencial real: "No lo sabremos hasta que lleguemos a otros circuitos, pero funcionó bastante bien en Barcelona”. También opina que llevará un tiempo adaptarse al halo, el nuevo sistema de protección del cockpit: "Creo que el halo todavía llevará un tiempo para acostumbrarse, apunta.

"Va a ser una buena temporada, otra buena temporada"

Por otro lado, el compañero de Romain Grosjean comenta las particularidades del circuito de Melbourne, uno de los más singulares de toda la temporada por su condición semi-urbano. Además, señala el objetivo será puntuar.

"Australia es genial porque es un circuito parcialmente callejero, un circuito en la calle. Tiene la sensación de ser un circuito urbano, pero con la mezcla de un circuito permanente. Es complicado porque tiene zonas difíciles, las zonas de frenado son retorcidas y las curvas son muy cerradas en algunos puntos. Dicho esto, todavía tiene algunas buenas secciones de alta velocidad como la curva 11. La chicane es muy, muy rápida con el coche de la generación actual. Es simplemente emocionante estar en Australia. Es la primera carrera del año y eso trae una sensación especial. Si conseguimos puntuar seremos felices, concluye.