El presidente de Ferrari, Sergio Marchionne, explicó que la prioridad de los de Maranello era asegurar que su equipo oficial estaba en la mejor posición posible para ganar y el suministro a Red Bull habría arriesgado todo eso.

"Hemos tenido que hacer frente a algunas incertidumbres de nuestra propia arquitectura y tuvimos que cerrar la brecha tecnológica", expone Marchionne. "Así que comprometerse a proporcionar una unidad de energía equivalente a un equipo que tiene un chasis bien diseñado y capacidad técnica para rivalizar, podría haber sido peligroso para la competitividad de Ferrari. Mi principal compromiso es apoyar y proteger a Ferrari. No estoy interesado en la derrota de Mercedes con Red Bull. Si alguien dice que vamos a utilizar el motor de Ferrari para que podamos derrotar a Mercedes, no estoy interesado en ese argumento. Quiero que sólo Ferrari gane. Sabemos de las habilidades de Red Bull son buenas, nos destruyeron con Sebastian Vettel y los campeonatos que ganaron", añade.

Ferrari actualmente suministra motores a Sauber y a Haas F1 Team. Marchionne afirmó en junio que la empresa habría estado "contenta" de abastecer a Red Bull también. Pero el italiano explica ahora que no tendría sentido que Ferrari gastase cientos de millones en el desarrollo de un motor, para luego dárselo a Red Bull por una fracción de ese coste y luego encima que les derroten.

"Si nos fijamos en Red Bull, invierten cantidades importantes en el desarrollo de sus chasis, y luego otros los equipan con una unidad de potencia a un precio determinado que no refleja la inversión mucho más alta de lo que pagan, es la desigualdad. No estamos interesados en eso", confiesa finalmente Marchionne.