Niki Lauda es Fórmula 1 y Fórmula 1 es Niki Lauda. El austriaco es uno de los grandes nombres asociados fuertemente con ésta competición tras haber pasado toda una vida como primera línea. Lauda irrumpió en la Fórmula 1 en un ya lejano año de 1971 y desde entonces no ha conseguido desligarse del Gran Circo, siendo en la actualidad primer espada visible de Mercedes AMG F1 a pesar de estar cerca de cumplir los 70 años.

Tal posición le ha otorgado a Lauda cierta inmunidad, una inmunidad que te permite decir ciertos comentarios o chistes sin que nadie alcance a decirle que éstos están siendo desafortunados y que pueden resultar molestos para un gran número de personas. En los últimos meses Lauda ha realizado comentarios que si bien entre su círculo de amigos no dejarían de ser meras bromas, en el contexto de una retransmisión global llegan a pisar el terreno de la xenofobia.

"Si le contesto, le insultaré"

Al comentarios realizados en el pasado en el que Lauda consideraba que el problema de Ferrari es que había demasiados ingenieros italianos, se ha sumado recientemente uno en el que otorgaba el paso adelante de los motores Ferrari al trabajo de Mattia Binotto, pero aclarando que no es italiano, sino suizo. De nuevo, una broma dentro de un círculo de amigos pero que puede resultar de mal gusto para el pueblo italiano e incluso para el propio Binotto.

En este sentido ha contestado, o mejor dicho, ha evitado contestar Sergio Marchionne, actual presidente de FCA así como de Ferrari, que en palabras recogidas por 'La Reppublica' afirmó que “No voy a contestar, porque si lo hago, le insultaré, y no voy a insultar a un amigo”, unas palabras no tan diferentes a las realizadas por otros afectados por los comentarios de Lauda, mismamente Nico Rosberg, quién acostumbraba a ser blanco de declaraciones poco afortunadas del que en teoría nadaba en el mismo sentido que él.