Después de que se le fuera vetada la posibilidad de realizar los test de post-temporada en Yas Marina con Ferrari, ayer, durante el primer día de test, se pudo ver a Sebastian Vettel en el garaje del equipo italiano. Con ropa de calle pero participando en las conversaciones por radio con Kimi Raikkonen, Red Bull no pudo hacer nada contra las desobediencias del piloto que ha logrado cuatro títulos mundiales con ellos.

De esta rocambolesca situación, las dos partes han salido molestas como mínimo, velando cada uno por sus intereses. Por su parte, Seb se ofendió cuando notaba un trato distante por la escudería austríaca en las últimas semanas, como si fuera a robarles la información de 2015 por dejar de ser su piloto.

"Los ingenieros (de Red Bull) de repente pensaron que me llevaría todos los secretos a Ferrari", se mostraba molesto el alemán. Esa es precisamente la teoría que barajaron en Red Bull, porque aunque no dudan de la profesionalidad de Vettel, es verdad que le mantuvieron alejado del proyecto de 2015.

Así lo explica el asesor y director de la academia de jóvenes pilotos (de la que salió Vettel), el Dr. Helmut Marko. "No es correcto legalmente, pero no me podría preocupar menos", sentenció Marko hablando con Auto Bild.

"Claro que hay información sobre el desarrollo del futuro que normalmente debería estar disponible para el piloto", explicaba el jefe del equipo, Christian Horner, en una charla con Servus TV."La F1 es un negocio tan competitivo que hay información que un piloto puede llevarse a otro equipo. Pero Sebastian es muy profesional, así que no creo que nos haya preguntado demasiado sobre el nuevo coche", matizaba Horner.