McLaren alargó lo máximo posible su relación con Honda. El equipo británico reconoce que se percataron de los graves problemas de la unidad de potencia japonesa desde los test de invierno y que trabajaron durante seis meses para garantizar que 2018 empezase de otro modo, aunque no obtuvieron las suficientes garantías.

"Supimos que teníamos problemas desde las pruebas de Barcelona y trabajamos muy duro durante seis meses para tratar de encontrar soluciones que nos dieran la confianza de que seríamos mucho más competitivos en 2018", explica Zak Brown, presidente de McLaren, a Sky Sports.

"Finalmente, después de probar muchas cosas diferentes y de muchas maneras diferentes, sentimos que no podíamos llegar allí. Tres años es mucho tiempo en la Fórmula 1, por lo que necesitábamos cambiar la dirección para que nuestro equipo vuelva a la cima", añade.

"Trabajamos muy duro durante seis meses"

Además, Brown asegura que no descartan volver a trabajar con Honda en un futuro, pues la relación continúa siendo buena, y revela que la tensión entre ambos no fue tan extrema como se vino diciendo en los últimos meses.

"Son una gran compañía con grandes personas. La relación siempre fue fuerte y sigue siendo fuerte, por lo que no se descarta volver a competir con ellos. Les deseamos lo mejor, pero necesitábamos tomar decisiones difíciles para nuestros intereses", señala.

"La relación fue mucho más fuerte de lo que las personas esperaban. Trabajamos duro juntos, estábamos frustrados juntos, pero nunca nos gritamos el uno al otro hasta el final", concluye.