A bombo y platillo se promocionó la recuperación de Valtteri Bottas tras su excelente resultado en el Gran Premio de Australia. Una pretemporada renovada para el finlandés, donde destacaban entre otras muchas cosas, una nueva dieta. Mucha promoción para un único resultado bajo el paraguas de un Hamilton con el vehículo dañado.
Todo lo contrario precisamente que lo visto en Bahréin, donde el piloto de Mercedes no fue rival para los Ferrari ni estuvo mínimamente cerca de su compañero de filas, el cual se acabó llevando la victoria. Los tiempos por vuelta de Bottas comparados a los de Hamilton eran sencillamente un desastre.
El finlandés encontró consuelo en que Red Bull parecía aún más perdido que el piloto de Mercedes, y no eran capaces de recortar tiempo de forma constante. Sin embargo, Mercedes ha salido en rescate de su piloto, encontrando una justificación a los malos tiempos de un Bottas, que por otra parte, se benefició de los fallos rivales para lograr la segunda posición y mantener el liderato en la clasificación general.
El equipo comunicó que una bolsa de plástico había interferido en el funcionamiento aerodinámico del vehículo, algo que más tarde explicó el propio piloto. “En algún momento, una bolsa de plástico se metió en mi alerón delantero, lo que me restó rendimiento. No ha sido una carrera perfecta.”
“Tuve una gran salida, donde me las apañé para ponerme en segunda posición, pero luego, me afectó una ráfaga de viento, frené demasiado tarde en la primera curva y perdí dos posiciones. Al final, la suerte estuvo de nuestro lado. Encantando de tomar esta buena suerte, especialmente después de toda la maña suerte del año pasado.”, explicó Bottas.
El finlandés también consoló, a su manera, a Charles Leclerc, al que se le acababa de escapar una victoria que tenía muy por la mano. “Ya llegará. Yo tuve que esperar más de 80 carreras para mi primera victoria, así que estoy seguro de que estará bien.”, finalizó Valtteri.
