Mercedes buscará en 2019 su sexta corona consecutiva tanto en el mundial de pilotos como en el de constructores. El equipo de Brackley entró con fuerza en la era de los motores turbo estableciendo un dominio que sus rivales todavía no han podido batir, aunque Ferrari se ha quedado más cerca que nunca de conseguir derrotar a la marca alemana esta temporada.

Debido a la mayor competencia mostrada por Ferrari en 2018, Mercedes se ha visto obligada a dar un empujón en su desarrollo durante el invierno para mantener su dominio en Fórmula 1. La estructura ha estado trabajando en un nuevo concepto de motor que parece no haber dado los resultados esperados, según reconoce Toto Wolff.

“Hemos pasado unas cuantas semanas en el túnel de viento, aunque hemos sufrido un pequeño revés en cuanto al desarrollo del motor. Pensábamos que el nuevo concepto nos daría algo más, pero estos chicos son muy ambiciosos y me siento optimista, aunque nunca sabes lo que puede pasar. Lo sabremos cuando lleguemos a la clasificación en Melbourne, cuando todo el mundo muestre sus cartas”, explicó Wolff durante un evento de Hewlett Packard.

Si bien el periodo invernal puede parecer tranquilo desde fuera, en realidad es uno de los momentos más importantes en el desarrollo del coche para la próxima temporada. El cambio en la normativa técnica para 2019 obliga a los equipos a poner la maquinaria a máxima potencia para sacar el mayor partido a las modificaciones del reglamento, sobre todo a la hora de recuperar carga aerodinámica.

“Las reglas han cambiado y la carga aerodinámica debería de ser menor, pero escuchas rumores en el paddock de que la gente ya ha podido recuperarla. Hay una tremenda carrera de desarrollo que está teniendo lugar en este mismo momento para encontrar carga aerodinámica y reducir el ‘drag’. Por supuesto, el motor es una parte muy importante y hay que añadirle potencia, comentó Wolff.