A finales de la temporada 2012, Michael Schumacher anunciaba su despedida de la Fórmula 1. El piloto alemán quería disfrutar de su familia a tiempo completo y alejarse de los circuitos después de toda una vida entregada a la competición y tras proclamarse leyenda de la F1 obteniendo el mayor número de títulos mundiales, un total de siete.

Pero su nuevo concepto de vida en familia no le duraría mucho, desgraciadamente, ya que tan solo un año después de despedirse de la F1, sufrió un accidente cuando se encontraba esquiando con su familia en los Alpes franceses el 29 de diciembre de 2013. La vida de Schumi cambiaría para toda la vida ya que el parte médico fue demoledor: traumatismo craneoencefálico severo con hematomas intracraneales y edema cerebral difuso.

El piloto alemán estuvo en coma profundo hasta junio de 2014, cuando despertó y fue derivando de hospital en hospital en busca del mejor tratamiento. Finalmente, 250 días después, la esposa Corinna y el representante Sabine Kehm decidieron trasladar a Schumacher a su hogar en Gland, Suiza, principalmente, para proteger su intimidad.

Desde aquel momento, la información sobre el siete veces campeón del mundo de F1 ha sido muy escasa, por decisión de su mujer que prefería proteger a su marido de los curiosos y periodistas que querían saber más sobre él. Las visitas también son contadas y de personas muy cercanas al piloto y a su familia.

También se han publicado muchas noticias e informaciones falsas a cerca de la rehabilitación y recuperación del ex piloto de F1. Algunos diarios llegaron a afirmar que podía andar por sí mismo, información que desmintió la familia. La realidad es que la única fuente de información cien por cien fiable es la de la propia familia, aunque se desconoce su estado de salud actual.