Este fin de semana se decide en Hockenheim la identidad del campeón 2015 del Campeonato Alemán de Turismos (DTM), adonde Pascal Wehrlein ha llegado destacado en la general con 37 puntos de ventaja sobre Edoardo Mortara y 38 respecto a Mattias Ekström, ambos pilotos de Audi. Si consideramos que cada victoria puntúa con 25 unidades, el de Mercedes tiene en su mano el triunfo final, pero de momento las cosas no van a favor del joven talento de la estrella, sino más bien de la casa de los cuatro aros, que ha situado a cinco de sus coches en las seis primeras posiciones de la parrilla para la primera carrera. Tan sólo se les ha escapado la Pole, que ha ido a parar a las manos de Maxime Martin y su BMW.

La buena noticia para la afición española es la tercera posición para Miguel Molina, que milita también para Audi y concretamente en el equipo Abt Sportline, como compañero del ya mentado Mattias Ekström. Molina viene de ganar la segunda carrera en Nürburgring, con máxima motivación y la necesidad de hacer, además, trabajo de equipo para que el campeonato de pilotos se decante hacia Ekström, pero también para que la clasificación de equipos y marcas lleve el marchamo de los cuatro aros.

La mala, sin embargo, es que Daniel Juncadella ha tenido que conformarse con la vigesimotercera plaza de la parrilla, todavía ligeramente aquejado de la intoxicación alimentaria que sufrió la noche del jueves al viernes por cenar… ¡un plato de pasta ai funghi! En todo caso, el barcelonés de Mercedes ha cedido tan sólo nueve décimas respecto a la Pole, en un ambiente de extrema igualdad como es habitual en el DTM.