La llegada de Brendon Hartley a la Fórmula 1 será recordada como una de las más particulares de la última década, o quizás la que más. El piloto neozelandés rondó la Fórmula 1 durante años, pero su controvertida salida del programa de jóvenes pilotos de Red Bull parecía poner un muro infranqueable frente a sus deseos de llegar al Gran Circo.

A pesar de que Brendon, cuyo trabajo con los ingenieros y con el simulador siempre fue alabado, demostró grandes capacidades técnicas, lo que le valió conseguir un puesto de piloto probador en el equipo Mercedes de Fórmula 1, parecía improbable que consiguiese un asiento de piloto titular, motivo por el cual buscó un nuevo rumbo en su carrera deportiva.

Hartley consiguió un gran aliado en Murphy prototypes, equipo que le dio la oportunidad de probar en pruebas de resistencia. Brendon fue creciendo hasta llamar la atención de Porsche, que buscaba nuevos pilotos para su reentrada en la máxima categoría de la resistencia. Junto a Porsche, Brendon completó tres temporadas en las que ha ganado por dos veces el título de campeón del mundo de resistencia, añadiéndose además este 2017 el triunfo en las 24 horas de Le Mans.

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Con la salida de Porsche del WEC, Hartley comenzó a llamar a distintas puertas, y cuando ya parecía tener cerrado un programa en la Indycar, apoyado por Honda, apareció la oportunidad de la Fórmula 1 con Toro Rosso… Toro Rosso Honda, algo que el piloto aceptó sin dudarlo.

Esta extraña ruta seguida por Brendon Hartley para llegar a la Fórmula 1, en lugar de saltar directamente desde la Fórmula Renualt 3.5 o la GP2 Series, ha dotado al piloto de ciertas habilidades técnicas que ahora le resultan de gran valía, como así ha afirmado Franz Tost, responsable de Toro Rosso, a ‘Racefans’; “Hemos podido observar cómo Hartley hace un fantástico trabajo a la hora de ahorrar combustible. Sabe cómo hacerlo de forma muy eficiente, lo que seguro que es gracias a su paso por LMP1.”

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Hartley complementa esta información marcando las diferencias entre el sistema ‘brake by wire’ de Porsche y el de la F1, ya que en la resistencia, tanto la recuperación de energía como el motor eléctrico se situaba en el eje delantero, mientras que en la Fórmula 1, obviamente se encuentra todo en el trasero, lo que a juicio del piloto hace que notes menos su presencia.No notas que estás pilotando un coche híbrido. No sabes cuanta potencia tienes a tu disposición, aunque sí sabes que es mucha, aunque realmente no hay mucho donde gestionar. Creo que los equipos y fabricantes hacen un gran trabajo en la sombra para que el piloto olvide que está pilotando un híbrido, añadió Hartley.

Hartley gozará en este Gran Premio de Australia de un Gran Premio inaugural, que además, se realiza cerca de su tierra. “Sé que no es mi carrera de casa, pero será genial correr tan cerca porque será la primera vez en muchos años, o la primera, que veré muchas banderas neozelandesas en las gradas. Desde el verano, cada persona con la que he hablado me ha asegurado que irá a la carrera.”, finalizó el de Toro Rosso.