Después de nueve meses de competición, este invierno será duro para los pilotos, pues no sólo se tienen que mantener en forma cada día, también se enfrentan a uno de los mayores cambios de normativa de la historia de la Fórmula 1.

"Estoy seguro de que cuando empecemos los test todo el mundo estará destrozado. Cuando paras y te pasas un par de meses fuera del coche, resulta muy complicado simular en tu entrenamiento las mismas fuerzas que sientes en el coche", ha asegurado Sergio Pérez en declaraciones para la publicación británica Autosport.

El hecho de que se esperen unos monoplazas más físicos y veloces, hará que los test de febrero sean más duros para todos, sin embargo, Pérez espera que los pilotos puedan aclimatarse durante estas pruebas y estar preparados y al máximo para encarar la temporada en la primera carrera.

"Siempre tienes problemas de cuello cuando vuelves al coche. Ahora que los monoplazas serán un poco más rápidos, imagino que en febrero todos los pilotos se quejarán del cuello. Pero para Melbourne ya estará bien", ha añadido 'Checo' para finalizar.