La actitud de Sergio Pérez en la carrera del Gran Premio de Mónaco no fue bien recibida por sus rivales pero sí tuvo buena acogida entre el personal de su equipo, McLaren. La agresividad al volante del MP4-28 en las calles de Montecarlo y los intentos de aprovechar cualquier agujero para adelantar en pista enfureció a los que sufrieron sus consecuencias, como Kimi Raikkonen y Fernando Alonso.

Pese a las críticas, el director deportivo de McLaren, Sam Michael, afirma que Pérez quiere ganarse su lugar en la Fórmula 1 a base de buenas y competitivas actuaciones en pista. "Está marcando su autoridad en el deporte y está demostrando que tiene la habilidad para hacerlo", señalaba el australiano a BBC Sport. De tal forma, Michael es de la opinión que es mejor intentarlo y asumir el riesgo, que no pensar qué podría haber ocurrido si se le hubiera echado valentía: "Estás jugando una quiniela pero prefiero lo que hizo a que se le critique por estar sentado cuando podía haber tenido una oportunidad", añade.

Pero arriesgar conlleva que no siempre salga bien, y eso es lo que le pasó a Pérez en Montecarlo. En su lucha con Raikkonen, el mexicano y el finlandés se tocaron y tal impacto arruinó las oportunidades de ambos de lograr un buen resultado. Aunque el de Lotus pudo recomponerse y finalizar décimo, el piloto de McLaren se vio obligado a abandonar debido a un problema con los frenos de su MP4-28.

A pesar de no cumplir con el resultado deseado en Mónaco, el aspecto positivo para Michael es comprobar el compromiso de su piloto de seguir competitivo e intentar alcanzar la posición más delantera. "Por supuesto que puedes argumentar que perdió la quinta plaza, pero una vez que se había comprometido con ese movimiento, Kimi también lo desperdició. Kimi siempre tuvo la opción de alejarse de la curva", defiende el director deportivo de McLaren en declaraciones al medio británico.

Así, el australiano opina que la actitud de Pérez no dista de la que otros pilotos a lo largo de las últimas décadas en la F1 han mostrado en multitud de ocasiones. "Siempre es un equilibrio. Básicamente quieres que él sea capaz de correr y apretar tan duro como pueda. No es muy diferente a lo que algunos de los grandes pilotos de los últimos 20 años han hecho", puntualiza.

El mexicano, decidido a demostrar su valía y apta capacidad para pilotar uno de los monoplazas de la escudería de Woking, lleva varias carreras protagonizando intensas luchas rueda a rueda que incluso, en alguna ocasión, se han saldado con toques con su máximo rival en el momento. De cara a Canadá, el de Guadalajara querrá pasar página al abandono de Mónaco y volver a la zona de puntos.

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