La jornada de sábado del Gran Premio de Hungría fue un día negro para Force India. Además de darse a conocer que la estructura india ha entrado en concurso de acreedores, sus dos pilotos se quedaron en la Q1 de una complicada clasificación. Esteban Ocon y Sergio Pérez no pudieron aprovechar las condiciones de la pista y comenzarán la carrera desde el fondo de la parrilla.

Ocon sufrió un problema en sus frenos y clasificó en 18º lugar, quedándose a medio segundo de pasar a la Q2. “Es decepcionante que nos hayamos quedado en la Q1, pero tuvimos un problema en los frenos y eso nos afectó. Puse los neumáticos de seco cuando la pista estaba mejorando y el pedal del freno falló. Intentamos optimizar la situación tanto como pudimos, refrigerando los frenos, pero por eso no pude pilotar el coche al 100%”, explicó el francés.

“Podíamos haberlo hecho mucho mejor. Las condiciones fueron muy complicadas y podíamos haber aprovechado la situación porque generalmente somos rápidos en mojado. Teniendo en cuenta todo lo que ha ocurrido, estoy contento de no ser el último en la parrilla. Podemos recuperarnos mañana y lucharemos para volver a los puntos”, añadió.

Pérez saldrá justo detrás de Ocon, en el 19º puesto, y admite que las condiciones le pillaron por sorpresa. “Ha sido una sesión decepcionante para mí. Esperábamos más lluvia al final de la Q1, así que salimos temprano a marcar nuestros tiempos y gastamos los neumáticos. Eso nos afectó mucho porque la pista estaba mejorando mucho al final y no completamos nuestra mejor vuelta cuando el trazado estaba en las mejores condiciones”, comentó el mexicano.

“A veces pasan estas cosas cuando el tiempo cambia rápidamente, pero teníamos mucho más potencial hoy. Para mañana será un gran desafío remontar si tenemos una carrera normal, pero nunca se sabe lo que puede pasar y no tenemos que rendirnos”, afirmó Pérez.