Nacionalidad: EspañaCiudad nacimiento: Oviedo
F. nacimiento: 29 Jul 1981Peso: 68 kg
Altura: 171 cmDebut: 2001
Equipo debut: MinardiDorsal: 14
GPs disputados: 378Títulos: 2
Victorias: 32Vueltas rápidas: 24
Puntos: 2.267Poles: 22
Web oficialPodios: 106
TwitterInstagram

Últimas noticias de Fernando Alonso

Palmarés de Fernando Alonso en F1

AñoDorsalEquipoMotorNeumáticosChasisPos.Vic.Pod.PolesV.R.Ptos.GPs
202314Aston MartinMercedesPirelliAMR234-8-120622
202214AlpineRenaultPirelliA5229----17322
202114AlpineRenaultPirelliA52110-1--8122
201814McLarenRenaultPirelliMLC-3311----5021
201714McLarenHondaPirelliMCL-3215---11719
201614McLarenHondaPirelliMP4-3110---15420
201514McLarenHondaPirelliMP4-3017----1118
201414FerrariFerrariPirelliF14 T6-2--16119
20133FerrariFerrariPirelliF138229-224219
20125FerrariFerrariPirelliF201223132-27820
20115FerrariFerrariPirelli150º Italia4110-125719
20108FerrariFerrariBridgestoneF1025102525219
20097RenaultRenaultBridgestoneR299-1122617
20085RenaultRenaultBridgestoneR28523--6118
20071McLarenMercedesBridgestoneMP4-2234122310917
20061RenaultRenaultMichelinR2617146513418
20055RenaultRenaultMichelinR2517156213319
20048RenaultRenaultMichelinR244-41-5918
20038RenaultRenaultMichelinR23614215516
200121MinardiPS01MichelinEuropean23-----16

Biografía de Fernando Alonso

Fernando Alonso Díaz nació en Oviedo, Asturias, el 29 de julio de 1981. Tuvo su primer contacto con el mundo del motor a los tres años, al subirse a un kart fabricado por su padre que originalmente estaba pensando para su hermana mayor. Debido a la pasión que desarrolló por los karts, su padre comenzó a inscribirlo en eventos locales y regionales.

Tras ganar varios campeonatos y mostrar algo especial, llegó el turno de ir más lejos, aumentando los costes que se hicieron inasumibles para la familia, momento en el que apareció una de las figuras claves en la carrera deportiva de Fernando Alonso, Genís Marcó, que se hizo cargo del presupuesto.

Fernando continuó engrosando su palmarés a nivel nacional y compaginándolo con campeonatos italianos, cuna del karting. A los 14 años consiguió proclamarse campeón del mundo en Gante, Bélgica, momento en el que ya era una de las estrellas internacionales de esta disciplina.

Consciente de las limitaciones económicas, Fernando se había hecho a la idea de convertirse en profesional del Karting, lugar donde se puede hacer carrera profesional dignamente, mientras que los Fórmula suelen ser un pozo sin fondo de dinero. Pero en 1999 surgió una oportunidad que no pudo rechazar. Adrian Campos se convirtió en manager de Fernando, poniéndole un vehículo en el Euro Open by Nissan, germen de lo que acabaría siendo las World Series by Renault. Alonso logró el título de campeón con seis triunfos.

El título le dio la oportunidad de probar el 13 de diciembre de 1999 un monoplaza de Fórmula 1. Se trataba de un modesto Minardi en un frío día pasado por agua, pero su actuación dejó sin palabras a los presentes y Minardi dio orden de hacerse con los servicios del asturiano. Telefónica, entonces mecenas del piloto, pensó que era demasiado pronto, prefiriendo antes un paso por la telonera de la F1, la Fórmula 3000.

No fue una temporada agradable para el asturiano, que no solo tenía que luchar contra pilotos veteranos, sino hacerlo en circuitos desconocidos y en una estructura poco competitiva y sin predisposición a escuchar a los pilotos. Pese a todo, Fernando logró despertar la curiosidad de varios ojeadores que ya estaban advertidos de su test con un Fórmula 1. Gracias a un gran final de temporada, con un segundo puesto en Hungría y una fantástica remontada hasta la victoria en Spa-Francorchamps, se inició una carrera por hacerse con los servicios de Alonso en la que prácticamente participaron todos los equipos.

Pero fue Flavio Briatore, de Benetton, el que logró convencer al asturiano. Flavio lo metió en la estructura del equipo y lo cedió para que compitiera en Minardi ya en 2001, iniciándose la etapa en Fórmula 1 del piloto español.

2023 (Aston Martin; 4º, 206 puntos)

Vigésima temporada de Fernando Alonso en Fórmula 1 que llegaba con un nuevo equipo con aspiraciones de ir a más. Y vaya si lo hicieron. No estaba en las quinielas pero la corta pretemporada hizo que muchas miradas se posaran en el equipo de Lawrence Stroll, aunque no muchos confiaban en que luchar por los podios fuese posible.

Y llegó la primera carrera de la temporada y solo los Red Bull resultaron inalcanzables. Alonso batalló con los Ferrari y para hacer las delicias de la afición, con Lewis Hamilton con un adelantamiento que acabó nombrado maniobra del mes. El asturiano cerraba su primera carrera con Aston Martin con un podio, disparando el entusiasmo de la afición que nunca abandonó a su piloto a pesar de que, quitando el de Qatar 2021, había que remontarse a Hungría 2014 para volver a ver a Fernando en el cajón.

Arabia Saudí ratificó que el rendimiento de Aston Martin no era flor de un día y que solo los Red Bull jugaban en otra liga, con un nuevo tercer puesto de Fernando que se repitió también en Australia. Bakú fue la primera carrera sin podio, y sin embargo no fue un mazazo sino todo lo contrario, ya que solo pareció que a Fernando se le hizo la carrera corta, quedándose a unos giros de alcanzar a Charles Leclerc. De igual manera, Fernando volvió al podio en Miami.

Y entonces llegó la que acabaría siendo la gran oportunidad de Fernando Alonso; Mónaco. Solo un Max Verstappen jugueteando con la demencia y rozando todos los muros del tercer sector logró arrebatarle la pole position al piloto español, y en carrera, el AMR23 tuvo un gran ritmo de tal forma que, ante la aparición de la lluvia, de haber jugado sus cartas de manera perfecta, se podría haber logrado el triunfo, quedándose grabada en el aficionado la frase “eran intermedios”, en referencia al neumático que debió haber montado el asturiano en su primera parada.

Seis podios en siete carreras es un bagaje que nadie habría podido imaginar, ni para Fernando Alonso, que no luchaba por un mundial de F1 desde 2012, como para una Aston Martin que apenas pudo superar la sexta posición en un par de ocasiones durante la temporada anterior. No eran muchos los casos en los que un equipo había pegado tal salto adelante de un año para otro, y no tardó en quedar claro que no iba a ser todo coser y cantar, ya que a medida que las mejoras iban llegando el resto de equipos iba hacia arriba mientras que Aston Martin perdía competitividad.

El primer aviso llegó en el Gran Premio de España, con un séptimo puesto, y que en la siguiente carrera, en Canadá, Fernando Alonso lograse un nuevo podio no hizo más que enmascarar los problemas potenciales del vehículo que ya tenía por encima a Mercedes y Ferrari, además de Red Bull, y desde Austria, también a McLaren. De segundo mejor equipo, a quinto.

Esto no evitó sin embargo que Fernando Alonso diese recitales que no entraban en ningún guion, como la segunda posición en Zandvoort, con condiciones climáticas adversas y con una forma de adelantar demencial en la curva peraltada. Austin fue quizás el golpe más duro para Aston Martin, con los dos monoplazas eliminados en Q1 y no pudiendo terminar la carrera por un aparente problema de suspensión que conectó con México, donde quedó fuera con problemas con el fondo del vehículo. Dos abandonos consecutivos que le hicieron perder la ventaja con Lewis Hamilton en una lucha por la tercera posición del mundial y quién sabe si por el subcampeonato.

Con los ánimos de la afición española muy bajos, llegó una nueva muestra de por qué nunca hay que perder la fe en Fernando Alonso. Interlagos. El asturiano estuvo gran parte de la prueba en tercera posición, con Max Verstappen y Lando Norris muy escapados por delante, y con Sergio Pérez remontando desde atrás. Finalmente el Red Bull dio alcance al Aston Martin al que empezó a atacar. Sin embargo, pese a los puntos de adelantamiento del circuito brasileño, Alonso lograba defenderse vuelta a vuelta. Así fue hasta el penúltimo giro, donde esta vez sí, Pérez logró el adelantamiento. Pero lejos de rendirse, Fernando trató de pegarse lo máximo posible, y en una maniobra que no entraba en el imaginario de nadie, lanzó el coche en la última vuelta para recuperar el que sería el último podio del año. Una temporada que se cerraba con unos pobres noveno y séptimos puestos en Las Vegas y Abu Dhabi, y que sin embargo acabaron siendo unos puntos transcendentales en los objetivos del piloto español.

206 puntos para Fernando Alonso, siendo su mejor temporada desde 2013, en la que fue subcampeón, y un total de ocho podios, solo por detrás de los números de Max Verstappen. Eso sí, cuarto en la clasificación general, superado finalmente por Lewis Hamilton y su Mercedes, pero manteniendo tras él, y no por mucho, tanto a los Ferrari como al McLaren de Lando Norris.

Una temporada que ya no se esperaba y que volvió a hacer gozar al aficionado a la Fórmula 1 y no únicamente a los seguidores del piloto español.

2022 (Alpine, 9º, 81 puntos)

El segundo año de Fernando Alonso con Alpine pudo comenzar ilusionante... Recalcamos el "pudo", porque rápidamente la escasa fiabilidad le pasó factura en momentos muy determinantes, tanto al principio del año como en el transcurso del 2022.

El famoso "Plan" de Alonso (una campaña creada en redes sociales para anunciar el esperado tricampeonato del español) pronto se convirtió en la realidad más evidente: Alpine no contaba con las armas necesarias para luchar por el Mundial de 2022. Es decir, se impuso la lógica. Aunque sí es cierto que el rendimiento del A522 sorprendió para bien a muchos aficionados y expertos que colocaban a la estructura de Enstone en posiciones retrasadas durante la pretemporada.

Alonso comenzó el año clasificando por delante de su compañero Esteban Ocon en Bahréin, aunque finalizando detrás del francés el domingo. Esta fue una de las pocas actuaciones mejorables del español durante 2022, junto con su accidente en la Q3 de Mónaco y una carrera mal planteada en Canadá. Salvo estos asteriscos, la temporada de Fernando fue sobresaliente a la par que frustrante por fallos mecánicos.

Comencemos por Australia: el español venía en tiempos de pole, pero el sistema hidráulico le falló y acabó contra las protecciones del tercer sector. Más problemas de fiabilidad vinieron a lo largo de la temporada. Lo más doloroso fue aceptar que aquellos imprevistos surgieron cuando el piloto asturiano se encontraba en condiciones de cosechar una gran cantidad de puntos. Cuántas veces ha padecido este dolor Fernando en la última década...

Remontar así a Ocon en el Mundial de pilotos resultaba imposible si cada vez que se mostraba delante el monoplaza galo le fallaba: Esteban se retiró en dos ocasiones mientras que Alonso no acabó en seis citas. Singapur y México fueron los abandonos más desesperantes.

Aun así, Fernando acabó a tan solo 11 puntos del piloto francés, el futuro del equipo. Y es que el presente iba a cambiar de manera inmediata. El ovetense, cansado de la situación con Alpine, aprovechó la retirada de Sebastian Vettel para firmar de manera fugaz un contrato con Aston Martin para 2023. Así pues, se libraría de los desencuentros en pista con Ocon, con quien presentó más de un roce en Arabia Saudí, Hungría y Brasil. Aunque distanciarse del piloto de Évreux para asociarse con Lance Stroll no era, a priori, una idea brillante.

El anuncio del fichaje de Alonso por el equipo británico se conoció nada más comenzar el parón estival. Muchos criticaron su decisión al abandonar el cuarto mejor equipo de la parrilla para marcharse al penúltimo oponente clasificado en aquel instante. No obstante, Aston Martin escaló puestos, mejoró su rendimiento en la segunda mitad el año y finalizó en séptima posición, luchando de tú a tú con Alpine en varias carreras.

El 2023 dictaría si Fernando acertó con su nuevo y posible último desafío en la Fórmula 1. Aunque lo que sí está claro es que los datos, una vez más, no mostraron el excelente nivel de Alonso en 2022: dejando destellos únicos como la cuasi pole en Albert Park y la primera fila de parrilla, en lluvia, en Montreal. No es de extrañar que centenares de periodistas expertos, "Team Principals" e incluso los propios pilotos le colocaran entre los cinco mejores pilotos del año, por delante de Ocon, por mucho que la tabla real reflejase un resultado diferente.

2021 (Alpine, 10º, 81 puntos)

Tras dos temporadas de ausencia, Fernando Alonso regresaba a la Fórmula 1, y no sin sobresaltos ya que antes de comenzar la pretemporada sufrió un aparatoso accidente de bicicleta que le obligó a pasar por el quirófano por un problema en la mandíbula.

En los cortos test invernales, así como en la carrera inaugural de Bahréin, Alonso dio muestras de ser el de siempre, sin embargo, no tardaría en relevarse que el asturiano aún necesitaba aclimatarse. Fernando lo pasó mal las primeras carreras, superado por Ocon aunque no por ello dejar de entrar en los puntos. Si bien es posible que en Imola realizara su peor carrera en la categoría, poco a poco se fue aclimatando.

Bakú fue un punto de inflexión para el asturiano, donde en dos vueltas al sprint pudo sacar su mejor versión, remontando hasta la sexta posición y mostrando al mundo entero que estaba de vuelta. Fernando mantenía su cita con los puntos aceptando que tanto Ferrari como McLaren parecía moverse en otro nivel.

La carrera de Hungría fue la primera gran oportunidad de Alonso de lograr un gran resultado, sin embargo, se tuvo que conformar con una cuarta posición. Pese a todo, fue nombrado piloto del día, pues fue su defensa estoica ante un Lewis Hamilton muy superior el que a la postre posibilito a Alpine lograr una inesperada victoria en manos de Ocon.

Alonso repitió el sexto lugar en Zandvoor y Sochi, pero Alpine parecía quedarse desfasado ante los rivales y ya por momentos se pasaba mal ante AlphaTauri y Aston Martin. Parecía que la temporada iba a acabar sin premio gordo para Fernando, pero entonces llegó la cita de Qatar, que debutaba en el calendario.

Fernando, con un ritmo estratosférico que dejó sin palabras a algunos de sus rivales logró mantenerse en tercera posición, solo por detrás de Lewis Hamilton y Max Verstappen y conteniendo tanto a Pérez como a los Ferrari. Fernando Alonso regresaba al podio en su año de retorno, teniendo cierta correspondencia en un año agridulce.

La temporada finalizaba con Fernando Alonso décimo en la clasificación general con 81 puntos, siete más que Ocon, quince carreras en los puntos y un gratificante podio. Y sobre todo, con un mensaje claro; 2021 no era el final de nada, era el comienzo, el primer paso de ‘El Plan’, el de volver a luchar por las victorias.

2020 (Dakar, IndyCar)

La temporada 2020 comenzó para Fernando Alonso de forma que solo un año antes hubiera parecido de ciencia ficción para cualquiera; disputando el Rally Dakar. Tras una tardía decisión, Fernando Alonso, Marc Coma y Toyota unieron fuerzas para hacer los máximos kilómetros posibles antes de la disputa del evento, en el mes de enero.

Aún así, la preparación no fue la que el piloto suele desear, tomándose esta participación como un tanteo de cara al futuro. Pese a todo, Fernando Alonso no tardó en mostrar velocidad, aunque a un escalón de los pesos pesados como Sainz, Al-Attiyah o Peterhansel. Fue victima de los problemas típicos que suele tener un debutante en la carrera y sufrió especialmente con los pinchazos, que fue el quebradero de cabeza de pilotos veteranos y noveles.

En la octava etapa rozó el triunfo, lo que sin duda hubiera sido un momento histórico. Con dos etapas con numerosos problemas, incluyendo un vuelco y aparatosas reparaciones, Fernando finalizó el Rally en decimotercera posición, no muy lejos de un Top10.

Tras el Dakar, Fernando habló de un ambicioso plan para la segunda mitad del año, pero todo se fue al traste con la pandemia a nivel mundial. Pese a todo, Alonso mantuvo su inscripción en las 500 millas de Indianápolis, con el equipo Arrow McLaren. El #66 mostró velocidad en las primeras sesiones de entrenamientos libres, pero tras un accidente, la competitividad no volvió a ser la misma, perdiendo las hipotéticas opciones de victoria. En una edición tardía, celebrada a finales de agosto, y terriblemente comprimida, no hubo tiempo de revertir la situación.

Fernando se clasificaba en 26º posición, a una milla y media de velocidad media del otro McLaren. En carrera la situación no mejoró y finalmente el asturiano acabaría perdiendo vuelta y con ello las posibilidades de luchar por el triunfo, cruzando meta en vigesimoprimera posición.

Tras Indianápolis, Alonso se centró al 100% en su futuro, firmando con el equipo Renault de Fórmula 1. Aunque la idea de Fernando siempre fue regresar con el nuevo reglamento técnico, el retraso del mismo le hizo replantearse la situación, no queriendo pasar un tercer año alejado de la categoría y adelantando su regreso.

Renault y Fernando diseñaron un ambicioso programa de test para poder sumar el máximo de kilómetros posible, aunque fuera en un vehículo de temporadas anteriores.

2019 (WEC; Campeón)

Año nuevo, vida nueva. Fernando Alonso tenía que aprender a convivir sin estar en la Fórmula 1, si bien uno de sus primeros actos fue la confirmación de que ejercería como embajador de McLaren, y también participaría en algunos test con el Fórmula 1.

Antes, Fernando Alonso había regresado a Daytona, buscando lo que no pudo lograr en 2018, el triunfo. En esta ocasión, no sería sobre un LMP2, sino sobre un DPi, en el equipo de Wayne Taylor, compartiendo espacio con Van der Zande, Jordan Taylor y Kamui Kobayashi. Tras una carrera complicadísima por las intensas lluvias, Fernando Alonso cruzaba meta, o mejor dicho, veía bandera roja en primera posición, convirtiéndose en campeón de otra de las míticas carreras de resistencia.

Las alegrías continuaban en la resistencia, con pleno de victorias en Sebring, Spa-Francorchamps, y de nuevo, en Le Mans, donde de forma más inesperada, pues el otro Toyota mostró más ritmo, volvió a llevarse la victoria. Alonso se convertía en doble ganador de las 24 horas de Le Mans, con solo dos participaciones y además, se convertía en campeón del mundo de resistencia, engrosando su palmarés.

Sin duda, la mejor manera de desquitarse de una actuación para olvidar en las 500 millas de Indianápolis, en las que Fernando Alonso se inscribió junto a un equipo McLaren que iba a estar apoyado por Carlin. La asociación no salió como cabría esperar, y el vehículo fue el peor de la parrilla hasta el punto de que el piloto asturiano no pudo clasificarse para la carrera, regresando a casa antes de tiempo.

¿Y tras todo esto? Alonso aseguró que tenía en mente varias carreras que iría anunciando. Sin embargo, de forma más bien inesperada, el piloto confirmó unos test con el Toyota Hilux 4x4 de Raids. ¿Sería el principio de una nueva etapa? Alonso confirmó que iba a debutar en los Raids en un Rally en Sudáfrica, donde sufrió varios contratiempos.

Más tarde, llegaría la prueba de fuego, con el Rally de Marruecos. Un Dakar en miniatura donde el asturiano pudo medirse al resto de pilotos y donde finalmente tomó la decisión: Competiría en el Rally Dakar de 2020.

2018 (McLaren; 11º, 50 puntos)

El año comenzó para Alonso coqueteando con la resistencia. El español, con el objetivo puesto en Le Mans, aceptó la invitación de Zak Brown, que iba a participar con su equipo de LMP2 en las 24 horas de Daytona. El asturiano tuvo su primera toma de contacto con la resistencia junto a un jovencísimo Lando Norris.

En cuanto a Fórmula 1, McLaren cambió Honda por Renault, lo que significó un paso adelante para el equipo, especialmente en referencia a 2017, pero también un gran golpe de realidad, pues seguían lejos, y mucho, de los tres grandes equipo. Fernando Alonso cosechó un quinto puesto en Australia, seguido de tres séptimas posiciones y un octavo en el Gran Premio de casa.

Para entonces, McLaren ya había descubierto una dolorosa realidad. El vehículo tenía un fallo de diseño por el cual perdía la carga aerodinámica en curvas de media velocidad. Los técnicos no encontrarían el origen del problema hasta bien entrada la temporada, lo que imposibilitó que fuese solucionado, centrando el equipo británico sus esfuerzos en la próxima temporada.

En verano llegaría el sonado anuncio: Fernando Alonso abandonaría la Fórmula 1, al menos temporalmente, tras 2018. El equipo daría kilómetros hasta final de año a Lando Norris, mientras Alonso trataba de sacar lo mejor del coche, siendo Singapur, la última vez que el asturiano puntuaría, con seis carreras para olvidar. Fernando, que parecía destiando a ser el mejor de la zona media, cayó hasta la undécima posición con 50 puntos.

En Abu Dhabi, pudo disfrutar de una emotiva despedida, realizando la vuelta de regreso a boxes escoltado por los campeones del mundo, Sebatian Vettel y Lewis Hamilton, que le mostraron un gran respeto. Alonso cerró el día con unos donuts en recta de meta, despidiéndose del público presente y cerrando una etapa.

Más allá de la Fórmula 1, Fernando llegó a un acuerdo con Toyota para disputar el Mundial de Resistencia al completo, con el objetivo puesto en las 24 horas de Le Mans. Sin que fuese su mejor actuación, Alonso debutó en Spa-Francorchamps llevándose el triunfo, si bien el premio gordo estaba por llegar.

El 16 y 17 de junio, Fernando Alonso debutó en Le Mans, dejando su sello con una soberbia actuación en la que destacó por encima de todo la remontada en el relevo nocturno, que asombró a propios y extraños. Tras 24 horas de carrera, Alonso lograba su primer triunfo en Le Mans, al igual que Toyota, en un día de inmensa felicidad para ambas partes. El asturiano se convertía en campeón de las 24 horas de Le Mans, sumándolo a sus títulos de campeón del mundo de Fórmula 1.

2017 (McLaren; 15º, 17 puntos)

Honda prometió un nuevo concepto radical de motor, copiando las bondades del motor Mercedes que al fin les iba a llevar a luchar por todo en carrera. Y la cosa no pudo empezar peor. Tanto, que recordaba más a la temporada 2015 que a la temporada 2016.

Retrasos, horas de test perdidas y unas pocas vueltas en un motor con poca potencia y con unas vibraciones inusuales fueron suficientes para que Alonso supiese que 2017 también iba a ser un año perdido en su búsqueda por el tercer título de campeón del mundo.

Al equipo McLaren, así como a Fernando Alonso se les había acabado la paciencia, pero no había nada que hacer, había que estar con Honda un tercer año. La temporada comenzó tan mal como se podría esperar, con tres abandonos consecutivos y sin poder tomar la salida del Gran Premio de Rusia. La fiabilidad era terrible, y cuando el coche podía rodar, no era competitivo.

Con este plantel, Zak Brown y Fernando Alonso buscaron una vía de escape para la temporada, decidiendo correr las 500 millas de Indianápolis, aunque eso supusiese perderse el Gran Premio de Mónaco. Alonso sorprendió a propios y extraños en el circuito oval, donde se ganó el respeto del complicado público norteamericano, pues llegó incluso a luchar por el triunfo antes de, curiosamente, un motor Honda se rompiera y acabara con sus esperanzas.

Ya con el regreso a la Fórmula 1, Alonso consiguió sus primeros puntos de la temporada con una novena posición en el accidentado Gran Premio de Azerbaiyán. Dos abandonos consecutivos por problemas mecánicos antes de llegar a Hungría, lugar donde Fernando consiguió su mejor resultado del año, y de nuevo, un rendimiento que nadie se lograba explicar, pues llevó el McLaren hasta la sexta posición, solo con los tres grandes equipos por delante.

Resultado que no se pudo volver a repetir, aunque Fernando si realizó por ejemplo una grandísima sesión de clasificación en el Gran Premio de Singapur, donde tras una gran salida incluso se posicionó en lugar del podio antes de ser golpeado por los restos del accidente de los dos Ferrari y Red Bull, por el cual incluso se elevó por los aires. El McLaren seguía sin ser rápido, pero en el equipo había plena confianza en el chasis.

De forma quizás inesperada, Fernando Alonso logró sumar puntos en las tres últimas carreras del año con un décimo, un octavo, y un noveno lugar para acabar con unos pobres 17 puntos en el casillero de puntos, en decimoquinta posición de la tabla de puntos y con el equipo en penúltima posición con solo 30 puntos.

Pese a todo, Fernando Alonso decidió seguir ligado a McLaren tras confirmarse un cambio de motorista para 2018, en la que el equipo británico iba a tener una unión nunca vista antes al asociarse con Renault.

2016 (McLaren; 10º, 54 puntos)

Tras un nefasto 2015 hubo quien dijo que el orgullo de los japoneses estaba herido y que sin duda no iban a descansar hasta hacer un motor competitivo. Los primeros test del año revelaron que el motor estaba lejos de ser un motor ganador, que parecía haber ganado en fiabilidad respecto al año anterior, pero que no habría forma de luchar siquiera por los podios.

Para colmo de males, la temporada no empezó con fortuna para Fernando Alonso. El asturiano sufrió un fortísimo accidente en Australia tratando de adelantar a uno de los Haas. El piloto español, magullado, no fue autorizado a competir en Bahréin a pesar de su insistencia en que se encontraba bien. El asturiano regresó en China para finalizar en duodécima posición antes de sorprender a propios y extraños con uno de esos resultados que nadie se espera, como fue el sexto lugar en el Gran Premio de Rusia.

Fernando volvió a darlo todo para sacar un resultado de ensueño en uno de esos pocos circuitos donde un déficit de potencia se puede disimular, como es el circuito urbano del principado de Mónaco, donde Alonso consiguió subir hasta la quinta posición antes de una racha algo negativa que le mantendría fuera de los puntos hasta el ratonero circuito de Hungría, donde Fernando acabó en séptima posición.

La fiabilidad de Honda continuaba siendo desastrosa, aunque había mejorado, y el rendimiento del motor había mejorado hasta el punto que si bien permitía estar al fondo de la zona de puntos, invitaba a soñar con una hipotética mejora que les hiciera acercarse hasta el podio, algo que finalmente no pasó, lo cual no evitó que Fernando finalizara séptimo tanto en Spa-Francorchamps como en Singapur y Malasia para poco más tarde repetir el mejor resultado del año de forma totalmente inesperada, en un circuito con una gran recta como el de Austin, donde Alonso volvió a ser quinto.

La temporada terminó con dos décimos puestos para Alonso, lo que permitió que acabara en la clasificación general por delante incluso de un piloto de Williams, sumando 54 puntos y ascendiendo a la décima posición. McLaren Honda acabó la temporada con 76 puntos, una clara mejoría respecto al primer año, por lo que había motivos por los que ser, al menos, ligeramente optimistas. El tercer año, debía ser el definitivo.

2015 (McLaren; 17º, 11 puntos)

Había un gran interés por ver el potencial del nuevo proyecto de McLaren junto a Honda con dos campeones del mundo experimentados en el equipo como son Fernando Alonso y Jenson Button. La vuelta del español al conjunto de Woking tras su intento fallido de triunfar en 2007 era otro de los focos de interés y así se notó en los mismos test de pretemporada. En Jerez quedó patente que no sería un año sencillo para ellos y en Barcelona se corroboró que quedaba mucho trabajo por delante.

En esos mismos test comenzó el calvario personal de Alonso, pues un fuerte accidente conmocionó a los integrantes del Gran Circo por las extrañas circunstancias del mismo, en el que llegó a perder el conocimiento y la memoria. Fue por ello por lo que se vio obligado a perderse la primera carrera del año en Australia, en la que fue sustituido por Kevin Magnussen, que ni siquiera pudo arrancar la prueba por un fallo en su motor en la vuelta de formación.

El bicampeón asturiano regresó a los mandos del MP4-30 en la siguiente prueba, el Gran Premio de Malasia, en el que su MP4-30 tuvo problemas de sobrecalientamiento y sufrió su primer abandono mientras que, curiosamente, Sebastian Vettel lograba su primera victoria con una Ferrari que no conocía el triunfo desde el Gran Premio de España de 2013.

Ese fue el primer abandono de los cinco que sufrió el asturiano en sus primeras siete carreras, mientras que en las dos que sí terminó lo hizo fuera de los puntos (12º en China y 11º en Bahréin).

No sería hasta el Gran Premio de Gran Bretaña, el de casa para McLaren, en el que llegaría el primer punto del asturiano en el año, al terminar en décima posición, aunque anteriormente ya los rozó en Mónaco, una prueba en la que Jenson Button sumó los primeros del curso para el equipo con su octavo puesto final.

Tras la carrera en Silverstone, el Gran Circo aterrizó en un circuito fetiche para Alonso: Hungaroring. Allí, aprovechándose de una carrera loca. plagada de abandonos, ambos McLaren finalizaron en los puntos por primera y única vez en el año y Alonso logró su mejor resultado de la temporada: un quinto puesto.

A partir de ahí, si bien penalizaron en varias carreras por cambiar componentes de su motor, la fiabilidad de Honda mejoró y tan solo abandonaron en tres carreras más de las nueve que restaban en el calendario. La potencia del proupulsor japonés fue el talón de Aquiles del MP4-30 y lo que el español recuperaba en las salidas, lo acababa perdiendo en carrera, al no poder defenderse en las rectas.

Es por eso que cuando llegaban a circuitos como Singapur, en los que la potencia no era clave, esperaban rendir más y allí, pese a clasificar 12º y rozar la Q3, un fallo en su caja de cambios le impidió finalizar la prueba.

Posteriormente, rozó los puntos en Japón, Rusia y Estados Unidos, pues finalizó 11º en todas ellas aunque, como ha sido característico en esta temporada, buscó lo mejor de cada fin de semana. Por eso, el español señaló ante los medios de comunicación que las carreras en Suzuka y Austin fueron unas de sus mejores de siempre en Fórmula 1, aunque no llegasen los puntos.

En Japón llegó uno de los momentos más tensos del año, pues el asturiano, en casa de Honda, dijo por radio que su motor parecía uno de GP2, consciente de que eso se escucharía públicamente y podía servir como revulsivo para los japoneses, algo por lo que fue muy criticado y que él defiende que vino bien para encontrar soluciones.

Tras retirarse en México en la primera vuelta, los problemas volvieron en Brasil y Abu Dhabi, en los que no pudo pasar de la 15ª y la 17ª plaza en trazados poco propicios para su monoplaza, pero en los que intentó recoger datos para el equipo como hizo durante toda la temporada.

Para el recuerdo quedarán imágenes como la del español empujando su MP4-30 en la pequeña subida de Hungaroring donde se encuentra la entrada a boxes o su posado bajo el sol en Brasil pero, sobre todo, ha quedado claro el hambre que aún tiene con 34 años de ganar todo pese a las adversidades.

Así, a pesar de que Ron Dennis señaló que podía tomarse un año sabático si en 2016 no iban bien las cosas, Alonso se ha encargado de dejar claro que estará en la parrilla de salida del Gran Premio de Australia, con ganas de seguir avanzando con el proyecto de McLaren-Honda para lograr volver a lo más alto con ellos.

2014 (Ferrari; 6º, 161 puntos)

La temporada de 2014 será recordada, en lo que se refiere a Fernando Alonso, como la del punto y final de su etapa en Ferrari sin ser Campeón del Mundo. Con un coche que en ningún momento tuvo potencial real como para pelear regularmente por podios, el español acordó junto a la formación de Maranello terminar una relación que se inició en 2010. Esto no impidió al ovetense volver a ser el líder absoluto de la escudería italiana durante todo el año.

El principal atractivo del curso fue ver como respondería Alonso ante el hecho de compartir box con otro campeón del mundo como Kimi Raikkonen. Lo que algunos predijeron como una batalla igualada, acabó con una balanza claramente favorable al bicampeón asturiano, que ya desde la primera carrera en Australia dejó claro su superioridad al rozar el podio y ser cuarto. El estar bloqueado por Nico Hulkenberg un gran número de vueltas le impidió poder aspirar a más.

En Malasia volvió a quedar cuarto, mientras que, en Bahréin, una novena plaza final dejó claras las carencias del F14-T en tracción y potencia. Esto trajo consigo una crisis en la escuadra transalpina, la cual Alonso supo calmar en la medida de lo posible con un excelente tercer lugar en el Gran Premio de China, el primer podio del año. Este no pudo repetirlo en España, donde fue sexto tras batallar toda la carrera con Raikkonen, a quien adelantó gracias a una estrategia alternativa y una brillante maniobra en la curva cuatro de Montmeló.

Luego, en Mónaco, Canadá y Austria, Fernando fue cuarto, sexto y quinto respectivamente. Mientras que en la cita del Gilles Villeneuve las carencias de su monoplaza volvieron a ser evidentes, su ritmo en el Spielberg de Red Bull incitó al optimismo. Esta mejoría no dio para más que dos sextos puesto en Gran Bretaña y Alemania. En Silverstone, un error estratégico en calificación de Ferrari condenó a Alonso a tener que remontar, lo cual bien es cierto que posibilitó el disfrutar de un duelo brillante con Sebastian Vettel. Por el contrario, en Hockenheim el ritmo del Ferrari no dio para más que ese sexto lugar.

Para Hungría, las esperanzas que habían surgido citas antes se materializaron en forma de una segunda posición estratosférica. La capacidad de Alonso de hacer durar unos neumáticos blandos más vueltas de las que nunca pensó nadie en todo el fin de semana le hicieron rozar la victoria, pero esta calló en manos de un inspirado Daniel Ricciardo. Ello no quitó brillo a la gran actuación del español que, lamentablemente para sus intereses, le brindó el último podio de la temporada.

A la vuelta del parón veraniego, las desdichas parecieron cebarse con el bicampeón español, que ya tenía claro que su futuro dentro de la Fórmula 1 no era con Ferrari. Problemas antes de la salida en Bélgica le hicieron acabar séptimo en una carrera donde el propio corredor aseguró que el podio era posible, mientras que en Italia y Japón se vio obligado a abandonar por problemas mecánicos. Entre medias de estas dos citas, Singapur vio como una estrategia diferente a la de los Red Bull influyó en que Fernando pasase de estar segundo a ser cuarto.

Por último, la última fase de la temporada se cerró con tres sextos puestos consecutivos y, finalmente, un noveno puesto en Abu Dhabi. Las características de este trazado, plagado de curvas lentas, imposibilitaron a Fernando poder despedirse de la que ha sido su casa durante cinco años de forma digna. Ello, de todos modos, no le supuso ninguna dificultad para volver a derrotar a Raikkonen, a quien casi triplicó en puntos al concluir 2014.

Ahora, Alonso afronta un nuevo proyecto deportivo en McLaren, que contará con nuevo motorista gracias a la vuelta de Honda a la Fórmula 1. Este será el regreso del español a un lugar del que no salió de la mejor de las formas en 2007 y que, como en aquél año, cuenta con un ambicioso proyecto para volver a lo más alto de la Fórmula 1 junto al español.

2013 (Ferrari; 2º, 242 puntos)

La temporada comenzó de manera esperanzadora para Fernando Alonso con un segundo puesto en Australia y un F138 que daba muy buenas sensaciones. Sin embargo, un error en Malasia rompiendo su alerón y un problema con el DRS en Bahréin le impidieron lograr más puntos en las primeras cinco carreras donde logró, eso sí, dos victorias -las únicas del año-.

Con Barcelona como punto álgido de la dupla Alonso-Ferrari en 2013 y con un coche que iba muy bien en el trazado español, los síntomas no podían ser mejores pese a la recuperación de Red Bull y el acecho de Mercedes. Sin embargo, las cosas comenzaron a torcerse a partir de ahí, pues las piezas que llegaban al Ferrari no funcionaban como se esperaba y el monoplaza llegó a un punto de estancamiento que provocó la explosión del asturiano contra su equipo pidiendo un coche más competitivo e, incluso, se incrementaron los rumores que le colocaban de regreso en McLaren o en Red Bull para 2014.

Su gran baza eran los domingos, donde el buen hacer con las estrategias y el cuidado de los neumáticos le ayudaban a recuperar posiciones tras sábados poco competitivos. Sin embargo, el cambio de gomas por parte de Pirelli para preservar la seguridad de los pilotos supuso un golpe bajo para la Scuderia y las aspiraciones del español.

Los nuevos neumáticos, con construcción de 2012, no se adaptaban a un Ferrari trabajado por y para los Pirelli de 2013, algo que se tradujo en carreras a contracorriente tras el parón veraniego para intentar no perder el tren del título a base de regularidad y podios.

Esto fue posible en Spa, Monza y Singapur, siempre por detrás de un Vettel inalcanzable. Pero el daño estaba hecho y la realidad se hizo patente en las siguientes cinco carreras, donde terminar entre los cinco primeros era un triunfo con el panorama que tenían en Maranello. Así, el español volvió a dar el máximo para llevar al Ferrari mucho más allá de sus posibilidades pero tuvo que conformarse una vez más con el subcampeonato.

Como dato estadístico, el español se convirtió en el piloto con más puntos en la historia de la Fórmula 1 tras su cuarto puesto en Japón, hecho que conmemoró en la India con un casco especial. Al término de la temporada tal estadística creció hasta situarla en 1606 puntos.

2012 (Ferrari; 2º, 278 puntos)

En 2012, Fernando Alonso se quedó a tres puntos de lograr el tricampeonato y, como ocurrió en 2010, volvía a la segunda posición de la Clasificacion final de Pilotos, solo superado por Sebastian Vettel. A pesar de que Ferrari anunció que el nuevo monoplaza iba a ser "revolucionario", el F2012 no fue el mejor de la temporada y su modesto rendimiento en las calificaciones de los Grandes Premios y los problemas para calentar los neumáticos significaron un paso atrás respecto a sus máximos rivales.

Sin embargo, las manos y pilotaje de Alonso hicieron que el bólido rojo fuera el primero en cruzar la recta de meta en tres ocasiones. Con siete ganadores distintos en las siete primeras carreras, Alonso fue el primero en repetir victoria y el segundo piloto en subir a lo más alto del podio en el arranque del Mundial 2012. Tras la sufrida y lluviosa prueba en Malasia, el piloto de Ferrari lograba sus primeros 25 puntos del año y se colocaba líder de la Clasificación.

Las limitaciones del F2012 eran notables y no volvió al podio hasta el Gran Premio de España, dónde finalizó segundo y regresó al liderato, aunque compartido con Sebastian Vettel, su gran rival a final de temporada. Pero la "carrera más emocionante" de su carrera estaba por llegar. Y llegó en la segunda prueba de casa, el Gran Premio de Europa disputado por las calles de Valencia. La celebración de Alonso quedará en la mente de muchos aficionados al deporte por la emoción y expresión de triunfo al parar el monoplaza delante de las tribunas, en un gesto más similar a lo que ocurre en MotoGP e inusual en la F1.

El bicampeón se marchó de la capital del Turia reforzado en el Mundial con 20 puntos de ventaja. Ferrari se mostraba más relajada con los resultados de Alonso y especialmente con la tercera victoria del año, en Alemania. Pero tras el parón vacacional, todo cambió. Red Bull, McLaren y Lotus volvieron reforzados de las vacaciones y sus monoplazas fueron auténticos quebraderos de cabeza para la Scuderia. Sin embargo, las auténticas pesadillas estaban por llegar.

En Bélgica y Japón, el asturiano no pudo pasar de la primera vuelta debido a incidentes ajenos a él y se marchaba de Spa y Suzuka sin puntuar. Y lo que era peor, sin casi opciones de mantener el liderato. Después de la victoria de Vettel en Corea, Alonso se despedía de la primera posición y, aunque mostró una actitud positiva en la recta final, empezó a decir adiós a su tercera corona. Sin embargo, su lucha, pilotaje y capacidad para sacar la máxima competitividad de un monoplaza que carecía de ella, le valieron al español los elogios y reconocimiento de sus compañeros, periodistas, ex pilotos, expertos… La comunidad de la F1 coincidió en que 2012 había sido su mejor año y que, pese a no ganar el Título, era el piloto que más se merecía la corona de tricampeón.

2011 (Ferrari; 4º, 257 puntos)

Una temporada más, Fernando Alonso se fue de vacaciones de invierno con el dolor de saber que lo había dado todo... pero se había vuelto a quedar sin premio. No son pocos los expertos que destacaron su innato talento en sus balances de final de mundial, donde casi siempre se situaba en segunda posición por detrás del campeonísimo Sebastian Vettel. Pero lo cierto es que al asturiano le ha cambiado la cara con el paso de los años. Con la consabida madurez que otorga la llegada de los 30, que cumplió en julio, el Fernando de 2011 seguía mezclando el hambre que le convirtió en el bicampeón más joven de todos los tiempos (hito ya superado por Vettel) con una cierta pesadumbre y apatía, quizá fruto de la lógica impotencia provocada por la inferioridad del 150º Italia.

Tras un invierno desilusionante en lo técnico pero energizante en lo motivacional, Alonso dio de bruces con la realidad en el GP de Australia. El dominio demostrado allí por los Red Bull ensartó la segunda puñalada en el amor propio del ovetense, que añadió un motivo más para lamentar los horrores estratégicos de su equipo durante el GP de Abu Dhabi de 2010, que le costaron el campeonato. Flavio Briatore, su otrora protector y representante, se descolgó con unas declaraciones que la Scuderia ha arrastrado con pesadumbre durante todo el año: "Harían bien en centrarse en 2012. El mundial 2011 ya está decidido".

Fernando, fiel a su estilo, no se rindió, y siguió exprimiendo hasta la milésima su Ferrari 150º Italia, asumiendo el peso de su desarrollo. Sin embargo, el monoplaza había nacido mal, y el despido del director técnico del equipo, Aldo Costa, mediada la campaña convirtió en público lo evidente. El monoplaza no rendía lo esperado con el compuesto duro, circunstancia que costó más de un resultado al español y que hacía inútil todo ataque en las fases iniciales de las carreras (con todo, resultan imborrables las mágicas salidas de España o Italia). El único circuito donde este detalle no fue un hándicap fue el de Silverstone, escenario de la única victoria de Alonso en todo 2011. Sin embargo, todo tiene una explicación, y no es otra que la prohibición exprés de los escapes soplados, aprobada por la FIA un día antes y de la que equipos y FIA se desdijeron apenas 24 horas más tarde.

Sin más primeras posiciones que saborear, el ovetense pisó el podio en otras nueve ocasiones. Sin embargo, paradójicamente, se quedó sin sumar una sola pole, algo que no le ocurría desde 2008. Pese a puntuar en 18 de las 19 carreras celebradas (tan sólo abandonó en Canadá, como consecuencia de un toque con Jenson Button), Fernando se tuvo que conformar con la cuarta plaza final en el campeonato mundial, con 257 puntos, uno menos que el australiano Mark Webber.

2010 (Ferrari; 2º 252 puntos)

Fernando inició una nueva etapa en su carrera con Ferrari y lo hizo como todo piloto sueña hacerlo, con una victoria en su primer Gran Premio, algo que solo habían logrado antes para la Scuderia Mario Andretti, Nigel Mansell y Kimi Räikkönen. Pero fue la única alegría que se llevó en las primeras carreras, ya que numerosos problemas limitaron sus actuaciones lo que, acompañados del pobre rendimiento del F10, hicieron que el asturiano fuese perdiendo fuelle respecto a sus rivales conforme avanzaba la temporada. No fue hasta el décimo primer Gran Premio cuando Alonso volvió a lo mas alto del podio, con una acción que levantó ampollas, pues el equipo obligó a Felipe Massa a cederle la posición. En este punto del año, el rendimiento del Ferrari dio un giro de 180 grados, permitiendo al español luchar por la victoria en cada GP y haciendo que ocupara un puesto en el podio en todas las carreras salvo Bélgica, en la que tuvo que retirarse por un accidente, y la última y definitiva de Abu Dhabi. Alonso llegaba como líder a esta última prueba con 8 puntos de ventaja sobre Mark Webber, pero un error en la lectura de la estrategia carrera hizo que Alonso se quedara estancado tras Vitali Petrov en la séptima posición y cediera el título a Sebastian Vettel.

2009 (Renault; 9º, 26 puntos)

Esfuerzo al máximo. Olvídense de describir algunas temporadas como 'de transición'. Si se repasan los resultados de 2009, parece increíble que muchos nos llevemos por estos 'vicios de resumen' con descripciones referentes a pasar el año con la mirada en el futuro.

Un campeón no es así. Fernando Alonso, incluso menos. Su capacidad guerrera se palpó en cada una de las carreras de este año. Es cierto que había euforia por los grandes resultados de las últimas pruebas de 2008, ya que parecía entonces que Renault renacería con Alonso a sus mandos. Pero 2009 volvió a ser un año decepcionante en este sentido. La escudería no estuvo en la pelea por los títulos, ya que el coche no evidenció mejora alguna.

Con todo, el español exprimió hasta lo imposible un monoplaza que llegaba a su fin de ciclo. Un coche que ya era un 'clásico' al lado de nuevos nombres, como Brawn. Sólo con esa actitud pueden explicarse posiciones como las de Australia, Bahrein, España, Mónaco, Alemania, Valencia, Italia y, finalmente, Singapur, donde el asturiano llegó incluso al podio y marcó la vuelta rápida de la carrera.

Pero el equipo estaba descentrado, con un Briatore preocupado por asuntos ajenos a la pista y fallos como el de Hungría, la gran prueba de Fernando... truncada por la mala colocación de una tuerca durante el reportaje. Una escudería a la que se le palpaba el pánico escénico. ¿Un año para olvidar? Cuando se puntúa en ocho carreras y se consiguen 26 puntos, ofreciendo momentos increíbles y un pilotaje que es una delicia... ¿quién pretende olvidar?

2008 (Renault; 5º, 61 puntos)

Nueva etapa para el español tras su traumático paso por el McLaren-Mercedes. Flavio Briatore rescató con impaciencia a Fernando para 2008 y así volver a poner a punto un equipo de capa caída.

Y así fue: de mal en mejor, pues sólo cabían las mejoras en un monoplaza muy desfasado y nada competitivo. Por ello, la primera parte de la temporada casi se vio obligado a no luchar por la victoria ni los podios en los Grandes Premios. Carrera a carrera, la gran experiencia del asturiano y sus impresiones fueron las claves para remontar el vuelo y quedar en primera posición en dos ocasiones. En Australia, la primera prueba, el piloto terminó en una excelente cuarta plaza, plantando batalla a un Heikki Kovalainen, su relevo en McLaren. Ese resultado tuvo algo de espejismo, pues la carrera estuvo plagada de incidentes y el coche no iba tan bien como para dar tanto de sí.

Y es que puntuar era en sí un objetivo que requería exprimir el monoplaza con mucho esfuerzo. En Malasia arañó un punto a pesar de cometer una pasada de frenada en la salida, donde cedió dos puestos. Y ya salía noveno... La racha de puntos se rompió y pronto llegaron los momentos más duros para el español, que sólo pudo ser décimo en Bahrein y se vio obligado a abandonar nada más y nada menos que en Montmeló, donde había logrado la segunda plaza en parrilla, que acabaría siendo su mejor del año.

En Turquía volvieron los puntos, gracias a un sexto puesto. En Mónaco, los toques con Rosberg y Heidfeld acabaron pasando factura al asturiano, que llegó a marcar una vuelta rápida, pero se tuvo que conformar con la décima plaza. Pese a darlo todo, Canadá y Francia tampoco reportaron buenos saldos.

En Gran Bretaña volvió a conseguir puntuar tras firmar un buen sexto puesto tras llegar a batallar por el podio. El GP de Alemania fue para olvidar... pero para todo hay remedio, y en Hungría, uno de sus circuitos fetiche (en Hungaroring consiguió su primera victoria), volvieron los buenos momentos. El asturiano terminó cuarto batallando a brazo partido con Hamilton y Raikkonen. Este último logró superarle en su parada de boxes, a pocas vueltas del final. Golpeado por el Williams de Nakajima en Valencia, el español encaró una recta final de mundial que sería impresionante.

En Spa volvió de nuevo a luchar por el podio, nada menos, aunque los errores de estrategia acabaron relegándole a la cuarta plaza, posición que repitió en Monza tras un interminable baile de neumáticos de agua.

Estaba claro que Alonso avanzaba imparable. No pudo luchar por el campeonato en absoluto, pero quería que los demás pilotos "grandes" volvieran a seguir su estela de campeón. Primera muestra: Singapur. La luna fue espectadora de una victoria del español que pasará a la historia como el primero en ganar en una prueba nocturna de Fórmula 1. Y eso que la carrera no se presentaba propicia, ya que ¡salía decimoquinto! Ya en la salida adelantó a tres pilotos e inició su escalada... que culminaría con un golpe de efecto inesperado: su compañero de equipo se estrelló contra un muro (luego se sabría que lo hizo a propósito) y revolucionó las posiciones. Alonso se colocó líder, plaza que ya no abandonaría hasta el final.

En Japón, el español firmó otro carrerón. Ya en la salida puso sus cartas sobre la mesa y adelantó numerosas posiciones hasta la segunda plaza. Y en cuanto se puso líder de la carrera tras su primer y fugaz repostaje, se dedicó a controlar el GP con eficacia, terminando por sacar una gran ventaja a Robert Kubica. Las cambiantes condiciones metreorológicas de China le relegaron a la cuarta plaza, y Fernando despidió el año desde la segunda posición de Brasil, una posición que medio año antes parecería de ciencia ficción. Sin duda, si es que lo fue: un buen año de transición.

2007 (McLaren; 3º, 109 puntos)

En la temporada 2007, Alonso afrontó un cambio de equipo, dejando Renault para recalar en McLaren. La temporada se reveló muy complicadda por la lucha interna contra su compañero de equipo, Lewis Hamilton, y contra las decisiones de los dirigentes de McLaren, que no actuaron con determinación contra la insubordinación constante que el inglés profirió en contra de la actuación de los dirigentes de su equipo en Mónaco y Hungría. En el primer caso, la FIA abrió de oficio una investigación, y en el segundo sancionó directamente al asturiano con cinco posiciones en la parrilla de salida del GP y la imposibilidad de McLaren de sumar puntos para el campeonato de constructores.

A pesar de las trabas y los problemas, Alonso luchó hasta la última carrera por el campeonato de pilotos, empatando a puntos con Hamilton y clasificándose finalmente en tercera posición de la clasificación general del campeonato mundial.

2006 (Renault; campeón, 134 puntos)

Fernando Alonso se proclamó campeón mundial por segundo año consecutivo. Su evolución lo ha llevado a convertirse en un piloto rápido como Senna pero con la capacidad estratégica de un Prost. Otro año más, sin el mejor coche en liza, se impuso a sus rivales convirtiéndose en el bicampeón más joven de la historia. Es el piloto completo y aquel que puso fin a la carrera del, hasta el momento, más victorioso piloto de la F-1, Michael Schumacher, que perdió las opciones de campeonato al romper el motor en el GP de Japón.

2005 (Renault; campeón, 133 puntos)

Si en la temporada 2004 pudimos ver un Fernando Alonso agresivo, en el 2005 se le vio llegar al máximo nivel de pilotaje y frialdad desde su debut en la F-1. Esta actitud y su incomparable clase se conjugaron en las proporciones justas para convertirlo en el piloto más joven de la historia de la categoría en conseguir un campeonato del mundo. Alonso tuvo que pelear contra pilotos de la talla de Kimi Räikkönen y Juan Pablo Montoya con un monoplaza que, si bien era de gran calidad, conforme avanzó el año se mostró netamente inferior al McLaren. Este hecho, junto con la demostración que Alonso hizo en la última carrera del año, disputada en China, cuando ya matemáticamente campeón ayudó a su equipo a alzar el título de constructores logrando el último triunfo para un motor V10, dan la dimensión real del español como uno de los talentos puros de la especialidad.

2004 (Renault; 4º, 59 puntos)

Con un monoplaza más potente que en el año precedente, Alonso tuvo ocasión en el 2004 de ser algo más constante que en su primera temporada con el equipo francés. Sin embargo, aunque mejor en el capítulo mecánico (el equipo abandonó la idea del motor V10 con las bancadas a 110º para optar por una solución más convencional) las cualidades R24 se revelaron inferiores en la faceta de estabilidad y sus actuaciones aparecieron menos brillantes que en la temporada precedente. Su accidente en el túnel de Mónaco cuando luchaba por batir a su compañero y alguna otra salida de pista dejaron la confirmación de absoluta de su calidad como posible campeón mundial para la temporada 2005. Muy brillante en algunos Grandes Premios, en otros mostró su faceta más agresiva y menos cerebral. En resumen, un año que dio una carga de experiencia muy importante al piloto español de cara a su asalto a la más alta meta.

2003 (Renault; 6º, 55 puntos)

En su segunda temporada completa en la Fórmula 1, Fernando Alonso pasó a conducir por primera vez en un equipo puntero. Su objetivo de subir al podio se cumplió con creces. Si el hombre record de la F-1 es Michael Schumacher, se puede decir que Alonso es quien está en mejor disposición para arrebatarle ese honor. En esta temporada 2003, Alonso se convirtió en el piloto más joven de la historia en ganar un Gran Premio (hito logrado en Hungría), en conseguir una "pole" y en hacer una vuelta rápida en carrera. Su campaña fue sorprendente, superando a un compañero de equipo como Jarno Trulli, que pasa por ser uno de los más rápidos de la F-1. Sólo la fragilidad de los motores Renault le impidió conseguir mejores resultados.

2001 (Minardi; 23º, 0 puntos)

Fernando Alonso debutó en Fórmula 1 como titular de la escudería Minardi, que estrenaba propietario, el empresario de la aviación australiano, Paul Stoddart. Con un coche muy poco competitivo, dejó atrás a su compañero, el brasileño Tarso Marques, que contaba con más experiencia, superó con frecuencia a muchos rivales y terminó en una ocasión entre los diez mejores. Para ser su primera temporada, el asturiano firmó un bagaje impresionante.

Palmarés previo a la F-1

Antes de dar el salto a los monoplazas, Fernando Alonso se confirmó como uno de los mejores talentos que ha dado el karting en España. Debutante con apenas 3 años en 1984, el ovetense fue progresando pilotando un kart inicialmente diseñado por su padre para su hermana mayor, y que paso a paso le llevó al estrellato.

Su primer gran título en esta disciplina llegó en 1988, temporada en la que alzó el campeonato asturiano de la categoría Infantil imponiéndose en las ocho carreras puntuables. Al año siguiente, de nuevo en Infantil, el pequeño Fernando repitió entorchado y sumó el título gallego. La racha de campeonatos le acompañó en su paso a la disciplina Cadete, en la que se impuso en su comunidad y en el País Vasco, y un año después finalizó como subcampeón nacional.

El talento de Alonso no pasó desapercibido a uno de los preparadores más importantes del panorama nacional, Genikart, cuyo mentor, Genís Marcó, apadrinó al asturiano como si de un padre se tratara. De la mano de la formación de l'Escala, en Girona, el asturiano alzó sus primeros títulos nacionales e internacionales. Bicampeón de España de Júnior en 1993 y 1994, en 1995 sumó a su tricampeonato estatal el tercer puesto en el Mundial, cetro conquistado un año más tarde... de la mano del cuarto campeonato estatal consecutivo.

En Inter-A (ICA) no cambió el escenario. Alonso se saltó la preceptiva aclimatación a la categoría y se impuso de carrerilla en el campeonato nacional y el italiano. También dominó el campeonato de Europa, disputado en Genk, donde dominó con maestría la primera final y se escapaba de Alessandro Balzan en la segunda hasta que, en la tercera vuelta, se le salió la cadena y debió abandonar. En 1998 no tuvo opción de remendar la decepción, aunque volvió a imponerse en el certamen nacional y en pruebas internacionales de relumbrón, caso del Trofeo París Bercy, el de la Industria y en una carrera de leyendas disputada en el Palau Sant Jordi de Barcelona como actividad complementaria al GP de Fórmula 1.

El piloto asturiano debutó por primera vez en un monoplaza a final de 1998 en el circuito de Montmeló. Fue un Fórmula Renault, aunque esa prueba no fue más que un brindis al sol, ya que el asturiano no contaba con presupuesto para dar el salto a las categorías de coches con ruedas descubiertas. Hasta que Chano García, padre de uno de sus antiguos rivales del karting, Antonio García, invitó a Adrián Campos a que convocara un test con vistas a incorporarlo como segundo piloto a su formación del Euro-Open Movistar. Una vez más, Fernando dio el do de pecho batiendo a todos y proclamándose campeón tras sumar seis victorias en la temporada 1999.

Captado al año siguiente por Flavio Briatore, que firmó con él un contrato a largo plazo con la escudería Benetton-Renault, Alonso dio el salto a la Fórmula 3000 FIA con el equipo Astromega, habitual filial de Benetton en la disciplina. Aunque no logró el título ni pudo luchar por él, el español firmó algunas actuaciones memorables pese a contar con tan sólo 18 años. Su remontada hasta los puntos desde el último lugar en Mónaco bajo la lluvia, el segundo puesto en Hungaroring y el triunfo inapelable en Spa-Francorchamps le valieron la cuarta plaza del certamen y el pasaporte directo a la Fórmula 1.

Los mejores productos de Fórmula 1
F1 THE EXHIBITION
F1 THE EXHIBITION
Comprar en feverup.com
Camiseta Aston Martin F1 2023
Aston Martin Formula One Team Camiseta Aston Martin F1 2023
Camiseta Puma Scuderia Ferrari 2023
PUMA Camiseta Puma Scuderia Ferrari 2023
F1 escala 1/43 Ferrari SF21 Carlos Sainz
Burago F1 escala 1/43 Ferrari SF21 Carlos Sainz
Ahora 11% de descuento
Need for Speed Unbound PS5
Electronic Arts Need for Speed Unbound PS5
Ahora 76% de descuento
Fórmula 1 2023
Electronic Arts Fórmula 1 2023
Ahora 68% de descuento
Videojuego Dakar Desert Rally (2022)
Solutions2Go Videojuego Dakar Desert Rally (2022)
Fórmula 1 - Laboratorio de Mecánica
Clementoni Fórmula 1 - Laboratorio de Mecánica
Gorra Fórmula 1 - Producto Oficial
Fuel For Fans Gorra Fórmula 1 - Producto Oficial
Llavero Fernando Alonso
KIMOA Llavero Fernando Alonso
Llavero miniatura neumático F1, 4 unidades
Olakin Llavero miniatura neumático F1, 4 unidades
Ahora 22% de descuento
Dani Juncadella - Guía para pilotos simracing
Dani Juncadella - Guía para pilotos simracing
Nacionalidad: EspañaCiudad nacimiento: Oviedo
F. nacimiento: 29 Jul 1981Peso: 68 kg
Altura: 171 cmDebut: 2001
Equipo debut: MinardiDorsal: 14
GPs disputados: 378Títulos: 2
Victorias: 32Vueltas rápidas: 24
Puntos: 2.267Poles: 22
Enlaces: Web oficialPodios: 106
TwitterInstagram

Últimas noticias de Fernando Alonso

Palmarés de Fernando Alonso en F1

AñoDorsalEquipoMotorNeumáticosChasisPos.Vic.Pod.PolesV.R.Ptos.GPs
202314Aston MartinMercedesPirelliAMR234-8-120622
202214AlpineRenaultPirelliA5229----17322
202114AlpineRenaultPirelliA52110-1--8122
201814McLarenRenaultPirelliMLC-3311----5021
201714McLarenHondaPirelliMCL-3215---11719
201614McLarenHondaPirelliMP4-3110---15420
201514McLarenHondaPirelliMP4-3017----1118
201414FerrariFerrariPirelliF14 T6-2--16119
20133FerrariFerrariPirelliF138229-224219
20125FerrariFerrariPirelliF201223132-27820
20115FerrariFerrariPirelli150º Italia4110-125719
20108FerrariFerrariBridgestoneF1025102525219
20097RenaultRenaultBridgestoneR299-1122617
20085RenaultRenaultBridgestoneR28523--6118
20071McLarenMercedesBridgestoneMP4-2234122310917
20061RenaultRenaultMichelinR2617146513418
20055RenaultRenaultMichelinR2517156213319
20048RenaultRenaultMichelinR244-41-5918
20038RenaultRenaultMichelinR23614215516
200121MinardiPS01MichelinEuropean23-----16

Biografía de Fernando Alonso

Fernando Alonso Díaz nació en Oviedo, Asturias, el 29 de julio de 1981. Tuvo su primer contacto con el mundo del motor a los tres años, al subirse a un kart fabricado por su padre que originalmente estaba pensando para su hermana mayor. Debido a la pasión que desarrolló por los karts, su padre comenzó a inscribirlo en eventos locales y regionales.

Tras ganar varios campeonatos y mostrar algo especial, llegó el turno de ir más lejos, aumentando los costes que se hicieron inasumibles para la familia, momento en el que apareció una de las figuras claves en la carrera deportiva de Fernando Alonso, Genís Marcó, que se hizo cargo del presupuesto.

Fernando continuó engrosando su palmarés a nivel nacional y compaginándolo con campeonatos italianos, cuna del karting. A los 14 años consiguió proclamarse campeón del mundo en Gante, Bélgica, momento en el que ya era una de las estrellas internacionales de esta disciplina.

Consciente de las limitaciones económicas, Fernando se había hecho a la idea de convertirse en profesional del Karting, lugar donde se puede hacer carrera profesional dignamente, mientras que los Fórmula suelen ser un pozo sin fondo de dinero. Pero en 1999 surgió una oportunidad que no pudo rechazar. Adrian Campos se convirtió en manager de Fernando, poniéndole un vehículo en el Euro Open by Nissan, germen de lo que acabaría siendo las World Series by Renault. Alonso logró el título de campeón con seis triunfos.

El título le dio la oportunidad de probar el 13 de diciembre de 1999 un monoplaza de Fórmula 1. Se trataba de un modesto Minardi en un frío día pasado por agua, pero su actuación dejó sin palabras a los presentes y Minardi dio orden de hacerse con los servicios del asturiano. Telefónica, entonces mecenas del piloto, pensó que era demasiado pronto, prefiriendo antes un paso por la telonera de la F1, la Fórmula 3000.

No fue una temporada agradable para el asturiano, que no solo tenía que luchar contra pilotos veteranos, sino hacerlo en circuitos desconocidos y en una estructura poco competitiva y sin predisposición a escuchar a los pilotos. Pese a todo, Fernando logró despertar la curiosidad de varios ojeadores que ya estaban advertidos de su test con un Fórmula 1. Gracias a un gran final de temporada, con un segundo puesto en Hungría y una fantástica remontada hasta la victoria en Spa-Francorchamps, se inició una carrera por hacerse con los servicios de Alonso en la que prácticamente participaron todos los equipos.

Pero fue Flavio Briatore, de Benetton, el que logró convencer al asturiano. Flavio lo metió en la estructura del equipo y lo cedió para que compitiera en Minardi ya en 2001, iniciándose la etapa en Fórmula 1 del piloto español.

2023 (Aston Martin; 4º, 206 puntos)

Temporada 2023

2022 (Alpine, 9º, 81 puntos)

El segundo año de Fernando Alonso con Alpine pudo comenzar ilusionante... Recalcamos el "pudo", porque rápidamente la escasa fiabilidad le pasó factura en momentos muy determinantes, tanto al principio del año como en el transcurso del 2022.

El famoso "Plan" de Alonso (una campaña creada en redes sociales para anunciar el esperado tricampeonato del español) pronto se convirtió en la realidad más evidente: Alpine no contaba con las armas necesarias para luchar por el Mundial de 2022. Es decir, se impuso la lógica. Aunque sí es cierto que el rendimiento del A522 sorprendió para bien a muchos aficionados y expertos que colocaban a la estructura de Enstone en posiciones retrasadas durante la pretemporada.

Alonso comenzó el año clasificando por delante de su compañero Esteban Ocon en Bahréin, aunque finalizando detrás del francés el domingo. Esta fue una de las pocas actuaciones mejorables del español durante 2022, junto con su accidente en la Q3 de Mónaco y una carrera mal planteada en Canadá. Salvo estos asteriscos, la temporada de Fernando fue sobresaliente a la par que frustrante por fallos mecánicos.

Comencemos por Australia: el español venía en tiempos de pole, pero el sistema hidráulico le falló y acabó contra las protecciones del tercer sector. Más problemas de fiabilidad vinieron a lo largo de la temporada. Lo más doloroso fue aceptar que aquellos imprevistos surgieron cuando el piloto asturiano se encontraba en condiciones de cosechar una gran cantidad de puntos. Cuántas veces ha padecido este dolor Fernando en la última década...

Remontar así a Ocon en el Mundial de pilotos resultaba imposible si cada vez que se mostraba delante el monoplaza galo le fallaba: Esteban se retiró en dos ocasiones mientras que Alonso no acabó en seis citas. Singapur y México fueron los abandonos más desesperantes.

Aun así, Fernando acabó a tan solo 11 puntos del piloto francés, el futuro del equipo. Y es que el presente iba a cambiar de manera inmediata. El ovetense, cansado de la situación con Alpine, aprovechó la retirada de Sebastian Vettel para firmar de manera fugaz un contrato con Aston Martin para 2023. Así pues, se libraría de los desencuentros en pista con Ocon, con quien presentó más de un roce en Arabia Saudí, Hungría y Brasil. Aunque distanciarse del piloto de Évreux para asociarse con Lance Stroll no era, a priori, una idea brillante.

El anuncio del fichaje de Alonso por el equipo británico se conoció nada más comenzar el parón estival. Muchos criticaron su decisión al abandonar el cuarto mejor equipo de la parrilla para marcharse al penúltimo oponente clasificado en aquel instante. No obstante, Aston Martin escaló puestos, mejoró su rendimiento en la segunda mitad el año y finalizó en séptima posición, luchando de tú a tú con Alpine en varias carreras.

El 2023 dictaría si Fernando acertó con su nuevo y posible último desafío en la Fórmula 1. Aunque lo que sí está claro es que los datos, una vez más, no mostraron el excelente nivel de Alonso en 2022: dejando destellos únicos como la cuasi pole en Albert Park y la primera fila de parrilla, en lluvia, en Montreal. No es de extrañar que centenares de periodistas expertos, "Team Principals" e incluso los propios pilotos le colocaran entre los cinco mejores pilotos del año, por delante de Ocon, por mucho que la tabla real reflejase un resultado diferente.

2021 (Alpine, 10º, 81 puntos)

Tras dos temporadas de ausencia, Fernando Alonso regresaba a la Fórmula 1, y no sin sobresaltos ya que antes de comenzar la pretemporada sufrió un aparatoso accidente de bicicleta que le obligó a pasar por el quirófano por un problema en la mandíbula.

En los cortos test invernales, así como en la carrera inaugural de Bahréin, Alonso dio muestras de ser el de siempre, sin embargo, no tardaría en relevarse que el asturiano aún necesitaba aclimatarse. Fernando lo pasó mal las primeras carreras, superado por Ocon aunque no por ello dejar de entrar en los puntos. Si bien es posible que en Imola realizara su peor carrera en la categoría, poco a poco se fue aclimatando.

Bakú fue un punto de inflexión para el asturiano, donde en dos vueltas al sprint pudo sacar su mejor versión, remontando hasta la sexta posición y mostrando al mundo entero que estaba de vuelta. Fernando mantenía su cita con los puntos aceptando que tanto Ferrari como McLaren parecía moverse en otro nivel.

La carrera de Hungría fue la primera gran oportunidad de Alonso de lograr un gran resultado, sin embargo, se tuvo que conformar con una cuarta posición. Pese a todo, fue nombrado piloto del día, pues fue su defensa estoica ante un Lewis Hamilton muy superior el que a la postre posibilito a Alpine lograr una inesperada victoria en manos de Ocon.

Alonso repitió el sexto lugar en Zandvoor y Sochi, pero Alpine parecía quedarse desfasado ante los rivales y ya por momentos se pasaba mal ante AlphaTauri y Aston Martin. Parecía que la temporada iba a acabar sin premio gordo para Fernando, pero entonces llegó la cita de Qatar, que debutaba en el calendario.

Fernando, con un ritmo estratosférico que dejó sin palabras a algunos de sus rivales logró mantenerse en tercera posición, solo por detrás de Lewis Hamilton y Max Verstappen y conteniendo tanto a Pérez como a los Ferrari. Fernando Alonso regresaba al podio en su año de retorno, teniendo cierta correspondencia en un año agridulce.

La temporada finalizaba con Fernando Alonso décimo en la clasificación general con 81 puntos, siete más que Ocon, quince carreras en los puntos y un gratificante podio. Y sobre todo, con un mensaje claro; 2021 no era el final de nada, era el comienzo, el primer paso de ‘El Plan’, el de volver a luchar por las victorias.

2020 (Dakar, IndyCar)

La temporada 2020 comenzó para Fernando Alonso de forma que solo un año antes hubiera parecido de ciencia ficción para cualquiera; disputando el Rally Dakar. Tras una tardía decisión, Fernando Alonso, Marc Coma y Toyota unieron fuerzas para hacer los máximos kilómetros posibles antes de la disputa del evento, en el mes de enero.

Aún así, la preparación no fue la que el piloto suele desear, tomándose esta participación como un tanteo de cara al futuro. Pese a todo, Fernando Alonso no tardó en mostrar velocidad, aunque a un escalón de los pesos pesados como Sainz, Al-Attiyah o Peterhansel. Fue victima de los problemas típicos que suele tener un debutante en la carrera y sufrió especialmente con los pinchazos, que fue el quebradero de cabeza de pilotos veteranos y noveles.

En la octava etapa rozó el triunfo, lo que sin duda hubiera sido un momento histórico. Con dos etapas con numerosos problemas, incluyendo un vuelco y aparatosas reparaciones, Fernando finalizó el Rally en decimotercera posición, no muy lejos de un Top10.

Tras el Dakar, Fernando habló de un ambicioso plan para la segunda mitad del año, pero todo se fue al traste con la pandemia a nivel mundial. Pese a todo, Alonso mantuvo su inscripción en las 500 millas de Indianápolis, con el equipo Arrow McLaren. El #66 mostró velocidad en las primeras sesiones de entrenamientos libres, pero tras un accidente, la competitividad no volvió a ser la misma, perdiendo las hipotéticas opciones de victoria. En una edición tardía, celebrada a finales de agosto, y terriblemente comprimida, no hubo tiempo de revertir la situación.

Fernando se clasificaba en 26º posición, a una milla y media de velocidad media del otro McLaren. En carrera la situación no mejoró y finalmente el asturiano acabaría perdiendo vuelta y con ello las posibilidades de luchar por el triunfo, cruzando meta en vigesimoprimera posición.

Tras Indianápolis, Alonso se centró al 100% en su futuro, firmando con el equipo Renault de Fórmula 1. Aunque la idea de Fernando siempre fue regresar con el nuevo reglamento técnico, el retraso del mismo le hizo replantearse la situación, no queriendo pasar un tercer año alejado de la categoría y adelantando su regreso.

Renault y Fernando diseñaron un ambicioso programa de test para poder sumar el máximo de kilómetros posible, aunque fuera en un vehículo de temporadas anteriores.

2019 (WEC; Campeón)

Año nuevo, vida nueva. Fernando Alonso tenía que aprender a convivir sin estar en la Fórmula 1, si bien uno de sus primeros actos fue la confirmación de que ejercería como embajador de McLaren, y también participaría en algunos test con el Fórmula 1.

Antes, Fernando Alonso había regresado a Daytona, buscando lo que no pudo lograr en 2018, el triunfo. En esta ocasión, no sería sobre un LMP2, sino sobre un DPi, en el equipo de Wayne Taylor, compartiendo espacio con Van der Zande, Jordan Taylor y Kamui Kobayashi. Tras una carrera complicadísima por las intensas lluvias, Fernando Alonso cruzaba meta, o mejor dicho, veía bandera roja en primera posición, convirtiéndose en campeón de otra de las míticas carreras de resistencia.

Las alegrías continuaban en la resistencia, con pleno de victorias en Sebring, Spa-Francorchamps, y de nuevo, en Le Mans, donde de forma más inesperada, pues el otro Toyota mostró más ritmo, volvió a llevarse la victoria. Alonso se convertía en doble ganador de las 24 horas de Le Mans, con solo dos participaciones y además, se convertía en campeón del mundo de resistencia, engrosando su palmarés.

Sin duda, la mejor manera de desquitarse de una actuación para olvidar en las 500 millas de Indianápolis, en las que Fernando Alonso se inscribió junto a un equipo McLaren que iba a estar apoyado por Carlin. La asociación no salió como cabría esperar, y el vehículo fue el peor de la parrilla hasta el punto de que el piloto asturiano no pudo clasificarse para la carrera, regresando a casa antes de tiempo.

¿Y tras todo esto? Alonso aseguró que tenía en mente varias carreras que iría anunciando. Sin embargo, de forma más bien inesperada, el piloto confirmó unos test con el Toyota Hilux 4x4 de Raids. ¿Sería el principio de una nueva etapa? Alonso confirmó que iba a debutar en los Raids en un Rally en Sudáfrica, donde sufrió varios contratiempos.

Más tarde, llegaría la prueba de fuego, con el Rally de Marruecos. Un Dakar en miniatura donde el asturiano pudo medirse al resto de pilotos y donde finalmente tomó la decisión: Competiría en el Rally Dakar de 2020.

2018 (McLaren; 11º, 50 puntos)

El año comenzó para Alonso coqueteando con la resistencia. El español, con el objetivo puesto en Le Mans, aceptó la invitación de Zak Brown, que iba a participar con su equipo de LMP2 en las 24 horas de Daytona. El asturiano tuvo su primera toma de contacto con la resistencia junto a un jovencísimo Lando Norris.

En cuanto a Fórmula 1, McLaren cambió Honda por Renault, lo que significó un paso adelante para el equipo, especialmente en referencia a 2017, pero también un gran golpe de realidad, pues seguían lejos, y mucho, de los tres grandes equipo. Fernando Alonso cosechó un quinto puesto en Australia, seguido de tres séptimas posiciones y un octavo en el Gran Premio de casa.

Para entonces, McLaren ya había descubierto una dolorosa realidad. El vehículo tenía un fallo de diseño por el cual perdía la carga aerodinámica en curvas de media velocidad. Los técnicos no encontrarían el origen del problema hasta bien entrada la temporada, lo que imposibilitó que fuese solucionado, centrando el equipo británico sus esfuerzos en la próxima temporada.

En verano llegaría el sonado anuncio: Fernando Alonso abandonaría la Fórmula 1, al menos temporalmente, tras 2018. El equipo daría kilómetros hasta final de año a Lando Norris, mientras Alonso trataba de sacar lo mejor del coche, siendo Singapur, la última vez que el asturiano puntuaría, con seis carreras para olvidar. Fernando, que parecía destiando a ser el mejor de la zona media, cayó hasta la undécima posición con 50 puntos.

En Abu Dhabi, pudo disfrutar de una emotiva despedida, realizando la vuelta de regreso a boxes escoltado por los campeones del mundo, Sebatian Vettel y Lewis Hamilton, que le mostraron un gran respeto. Alonso cerró el día con unos donuts en recta de meta, despidiéndose del público presente y cerrando una etapa.

Más allá de la Fórmula 1, Fernando llegó a un acuerdo con Toyota para disputar el Mundial de Resistencia al completo, con el objetivo puesto en las 24 horas de Le Mans. Sin que fuese su mejor actuación, Alonso debutó en Spa-Francorchamps llevándose el triunfo, si bien el premio gordo estaba por llegar.

El 16 y 17 de junio, Fernando Alonso debutó en Le Mans, dejando su sello con una soberbia actuación en la que destacó por encima de todo la remontada en el relevo nocturno, que asombró a propios y extraños. Tras 24 horas de carrera, Alonso lograba su primer triunfo en Le Mans, al igual que Toyota, en un día de inmensa felicidad para ambas partes. El asturiano se convertía en campeón de las 24 horas de Le Mans, sumándolo a sus títulos de campeón del mundo de Fórmula 1.

2017 (McLaren; 15º, 17 puntos)

Honda prometió un nuevo concepto radical de motor, copiando las bondades del motor Mercedes que al fin les iba a llevar a luchar por todo en carrera. Y la cosa no pudo empezar peor. Tanto, que recordaba más a la temporada 2015 que a la temporada 2016.

Retrasos, horas de test perdidas y unas pocas vueltas en un motor con poca potencia y con unas vibraciones inusuales fueron suficientes para que Alonso supiese que 2017 también iba a ser un año perdido en su búsqueda por el tercer título de campeón del mundo.

Al equipo McLaren, así como a Fernando Alonso se les había acabado la paciencia, pero no había nada que hacer, había que estar con Honda un tercer año. La temporada comenzó tan mal como se podría esperar, con tres abandonos consecutivos y sin poder tomar la salida del Gran Premio de Rusia. La fiabilidad era terrible, y cuando el coche podía rodar, no era competitivo.

Con este plantel, Zak Brown y Fernando Alonso buscaron una vía de escape para la temporada, decidiendo correr las 500 millas de Indianápolis, aunque eso supusiese perderse el Gran Premio de Mónaco. Alonso sorprendió a propios y extraños en el circuito oval, donde se ganó el respeto del complicado público norteamericano, pues llegó incluso a luchar por el triunfo antes de, curiosamente, un motor Honda se rompiera y acabara con sus esperanzas.

Ya con el regreso a la Fórmula 1, Alonso consiguió sus primeros puntos de la temporada con una novena posición en el accidentado Gran Premio de Azerbaiyán. Dos abandonos consecutivos por problemas mecánicos antes de llegar a Hungría, lugar donde Fernando consiguió su mejor resultado del año, y de nuevo, un rendimiento que nadie se lograba explicar, pues llevó el McLaren hasta la sexta posición, solo con los tres grandes equipos por delante.

Resultado que no se pudo volver a repetir, aunque Fernando si realizó por ejemplo una grandísima sesión de clasificación en el Gran Premio de Singapur, donde tras una gran salida incluso se posicionó en lugar del podio antes de ser golpeado por los restos del accidente de los dos Ferrari y Red Bull, por el cual incluso se elevó por los aires. El McLaren seguía sin ser rápido, pero en el equipo había plena confianza en el chasis.

De forma quizás inesperada, Fernando Alonso logró sumar puntos en las tres últimas carreras del año con un décimo, un octavo, y un noveno lugar para acabar con unos pobres 17 puntos en el casillero de puntos, en decimoquinta posición de la tabla de puntos y con el equipo en penúltima posición con solo 30 puntos.

Pese a todo, Fernando Alonso decidió seguir ligado a McLaren tras confirmarse un cambio de motorista para 2018, en la que el equipo británico iba a tener una unión nunca vista antes al asociarse con Renault.

2016 (McLaren; 10º, 54 puntos)

Tras un nefasto 2015 hubo quien dijo que el orgullo de los japoneses estaba herido y que sin duda no iban a descansar hasta hacer un motor competitivo. Los primeros test del año revelaron que el motor estaba lejos de ser un motor ganador, que parecía haber ganado en fiabilidad respecto al año anterior, pero que no habría forma de luchar siquiera por los podios.

Para colmo de males, la temporada no empezó con fortuna para Fernando Alonso. El asturiano sufrió un fortísimo accidente en Australia tratando de adelantar a uno de los Haas. El piloto español, magullado, no fue autorizado a competir en Bahréin a pesar de su insistencia en que se encontraba bien. El asturiano regresó en China para finalizar en duodécima posición antes de sorprender a propios y extraños con uno de esos resultados que nadie se espera, como fue el sexto lugar en el Gran Premio de Rusia.

Fernando volvió a darlo todo para sacar un resultado de ensueño en uno de esos pocos circuitos donde un déficit de potencia se puede disimular, como es el circuito urbano del principado de Mónaco, donde Alonso consiguió subir hasta la quinta posición antes de una racha algo negativa que le mantendría fuera de los puntos hasta el ratonero circuito de Hungría, donde Fernando acabó en séptima posición.

La fiabilidad de Honda continuaba siendo desastrosa, aunque había mejorado, y el rendimiento del motor había mejorado hasta el punto que si bien permitía estar al fondo de la zona de puntos, invitaba a soñar con una hipotética mejora que les hiciera acercarse hasta el podio, algo que finalmente no pasó, lo cual no evitó que Fernando finalizara séptimo tanto en Spa-Francorchamps como en Singapur y Malasia para poco más tarde repetir el mejor resultado del año de forma totalmente inesperada, en un circuito con una gran recta como el de Austin, donde Alonso volvió a ser quinto.

La temporada terminó con dos décimos puestos para Alonso, lo que permitió que acabara en la clasificación general por delante incluso de un piloto de Williams, sumando 54 puntos y ascendiendo a la décima posición. McLaren Honda acabó la temporada con 76 puntos, una clara mejoría respecto al primer año, por lo que había motivos por los que ser, al menos, ligeramente optimistas. El tercer año, debía ser el definitivo.

2015 (McLaren; 17º, 11 puntos)

Había un gran interés por ver el potencial del nuevo proyecto de McLaren junto a Honda con dos campeones del mundo experimentados en el equipo como son Fernando Alonso y Jenson Button. La vuelta del español al conjunto de Woking tras su intento fallido de triunfar en 2007 era otro de los focos de interés y así se notó en los mismos test de pretemporada. En Jerez quedó patente que no sería un año sencillo para ellos y en Barcelona se corroboró que quedaba mucho trabajo por delante.

En esos mismos test comenzó el calvario personal de Alonso, pues un fuerte accidente conmocionó a los integrantes del Gran Circo por las extrañas circunstancias del mismo, en el que llegó a perder el conocimiento y la memoria. Fue por ello por lo que se vio obligado a perderse la primera carrera del año en Australia, en la que fue sustituido por Kevin Magnussen, que ni siquiera pudo arrancar la prueba por un fallo en su motor en la vuelta de formación.

El bicampeón asturiano regresó a los mandos del MP4-30 en la siguiente prueba, el Gran Premio de Malasia, en el que su MP4-30 tuvo problemas de sobrecalientamiento y sufrió su primer abandono mientras que, curiosamente, Sebastian Vettel lograba su primera victoria con una Ferrari que no conocía el triunfo desde el Gran Premio de España de 2013.

Ese fue el primer abandono de los cinco que sufrió el asturiano en sus primeras siete carreras, mientras que en las dos que sí terminó lo hizo fuera de los puntos (12º en China y 11º en Bahréin).

No sería hasta el Gran Premio de Gran Bretaña, el de casa para McLaren, en el que llegaría el primer punto del asturiano en el año, al terminar en décima posición, aunque anteriormente ya los rozó en Mónaco, una prueba en la que Jenson Button sumó los primeros del curso para el equipo con su octavo puesto final.

Tras la carrera en Silverstone, el Gran Circo aterrizó en un circuito fetiche para Alonso: Hungaroring. Allí, aprovechándose de una carrera loca. plagada de abandonos, ambos McLaren finalizaron en los puntos por primera y única vez en el año y Alonso logró su mejor resultado de la temporada: un quinto puesto.

A partir de ahí, si bien penalizaron en varias carreras por cambiar componentes de su motor, la fiabilidad de Honda mejoró y tan solo abandonaron en tres carreras más de las nueve que restaban en el calendario. La potencia del proupulsor japonés fue el talón de Aquiles del MP4-30 y lo que el español recuperaba en las salidas, lo acababa perdiendo en carrera, al no poder defenderse en las rectas.

Es por eso que cuando llegaban a circuitos como Singapur, en los que la potencia no era clave, esperaban rendir más y allí, pese a clasificar 12º y rozar la Q3, un fallo en su caja de cambios le impidió finalizar la prueba.

Posteriormente, rozó los puntos en Japón, Rusia y Estados Unidos, pues finalizó 11º en todas ellas aunque, como ha sido característico en esta temporada, buscó lo mejor de cada fin de semana. Por eso, el español señaló ante los medios de comunicación que las carreras en Suzuka y Austin fueron unas de sus mejores de siempre en Fórmula 1, aunque no llegasen los puntos.

En Japón llegó uno de los momentos más tensos del año, pues el asturiano, en casa de Honda, dijo por radio que su motor parecía uno de GP2, consciente de que eso se escucharía públicamente y podía servir como revulsivo para los japoneses, algo por lo que fue muy criticado y que él defiende que vino bien para encontrar soluciones.

Tras retirarse en México en la primera vuelta, los problemas volvieron en Brasil y Abu Dhabi, en los que no pudo pasar de la 15ª y la 17ª plaza en trazados poco propicios para su monoplaza, pero en los que intentó recoger datos para el equipo como hizo durante toda la temporada.

Para el recuerdo quedarán imágenes como la del español empujando su MP4-30 en la pequeña subida de Hungaroring donde se encuentra la entrada a boxes o su posado bajo el sol en Brasil pero, sobre todo, ha quedado claro el hambre que aún tiene con 34 años de ganar todo pese a las adversidades.

Así, a pesar de que Ron Dennis señaló que podía tomarse un año sabático si en 2016 no iban bien las cosas, Alonso se ha encargado de dejar claro que estará en la parrilla de salida del Gran Premio de Australia, con ganas de seguir avanzando con el proyecto de McLaren-Honda para lograr volver a lo más alto con ellos.

2014 (Ferrari; 6º, 161 puntos)

La temporada de 2014 será recordada, en lo que se refiere a Fernando Alonso, como la del punto y final de su etapa en Ferrari sin ser Campeón del Mundo. Con un coche que en ningún momento tuvo potencial real como para pelear regularmente por podios, el español acordó junto a la formación de Maranello terminar una relación que se inició en 2010. Esto no impidió al ovetense volver a ser el líder absoluto de la escudería italiana durante todo el año.

El principal atractivo del curso fue ver como respondería Alonso ante el hecho de compartir box con otro campeón del mundo como Kimi Raikkonen. Lo que algunos predijeron como una batalla igualada, acabó con una balanza claramente favorable al bicampeón asturiano, que ya desde la primera carrera en Australia dejó claro su superioridad al rozar el podio y ser cuarto. El estar bloqueado por Nico Hulkenberg un gran número de vueltas le impidió poder aspirar a más.

En Malasia volvió a quedar cuarto, mientras que, en Bahréin, una novena plaza final dejó claras las carencias del F14-T en tracción y potencia. Esto trajo consigo una crisis en la escuadra transalpina, la cual Alonso supo calmar en la medida de lo posible con un excelente tercer lugar en el Gran Premio de China, el primer podio del año. Este no pudo repetirlo en España, donde fue sexto tras batallar toda la carrera con Raikkonen, a quien adelantó gracias a una estrategia alternativa y una brillante maniobra en la curva cuatro de Montmeló.

Luego, en Mónaco, Canadá y Austria, Fernando fue cuarto, sexto y quinto respectivamente. Mientras que en la cita del Gilles Villeneuve las carencias de su monoplaza volvieron a ser evidentes, su ritmo en el Spielberg de Red Bull incitó al optimismo. Esta mejoría no dio para más que dos sextos puesto en Gran Bretaña y Alemania. En Silverstone, un error estratégico en calificación de Ferrari condenó a Alonso a tener que remontar, lo cual bien es cierto que posibilitó el disfrutar de un duelo brillante con Sebastian Vettel. Por el contrario, en Hockenheim el ritmo del Ferrari no dio para más que ese sexto lugar.

Para Hungría, las esperanzas que habían surgido citas antes se materializaron en forma de una segunda posición estratosférica. La capacidad de Alonso de hacer durar unos neumáticos blandos más vueltas de las que nunca pensó nadie en todo el fin de semana le hicieron rozar la victoria, pero esta calló en manos de un inspirado Daniel Ricciardo. Ello no quitó brillo a la gran actuación del español que, lamentablemente para sus intereses, le brindó el último podio de la temporada.

A la vuelta del parón veraniego, las desdichas parecieron cebarse con el bicampeón español, que ya tenía claro que su futuro dentro de la Fórmula 1 no era con Ferrari. Problemas antes de la salida en Bélgica le hicieron acabar séptimo en una carrera donde el propio corredor aseguró que el podio era posible, mientras que en Italia y Japón se vio obligado a abandonar por problemas mecánicos. Entre medias de estas dos citas, Singapur vio como una estrategia diferente a la de los Red Bull influyó en que Fernando pasase de estar segundo a ser cuarto.

Por último, la última fase de la temporada se cerró con tres sextos puestos consecutivos y, finalmente, un noveno puesto en Abu Dhabi. Las características de este trazado, plagado de curvas lentas, imposibilitaron a Fernando poder despedirse de la que ha sido su casa durante cinco años de forma digna. Ello, de todos modos, no le supuso ninguna dificultad para volver a derrotar a Raikkonen, a quien casi triplicó en puntos al concluir 2014.

Ahora, Alonso afronta un nuevo proyecto deportivo en McLaren, que contará con nuevo motorista gracias a la vuelta de Honda a la Fórmula 1. Este será el regreso del español a un lugar del que no salió de la mejor de las formas en 2007 y que, como en aquél año, cuenta con un ambicioso proyecto para volver a lo más alto de la Fórmula 1 junto al español.

2013 (Ferrari; 2º, 242 puntos)

La temporada comenzó de manera esperanzadora para Fernando Alonso con un segundo puesto en Australia y un F138 que daba muy buenas sensaciones. Sin embargo, un error en Malasia rompiendo su alerón y un problema con el DRS en Bahréin le impidieron lograr más puntos en las primeras cinco carreras donde logró, eso sí, dos victorias -las únicas del año-.

Con Barcelona como punto álgido de la dupla Alonso-Ferrari en 2013 y con un coche que iba muy bien en el trazado español, los síntomas no podían ser mejores pese a la recuperación de Red Bull y el acecho de Mercedes. Sin embargo, las cosas comenzaron a torcerse a partir de ahí, pues las piezas que llegaban al Ferrari no funcionaban como se esperaba y el monoplaza llegó a un punto de estancamiento que provocó la explosión del asturiano contra su equipo pidiendo un coche más competitivo e, incluso, se incrementaron los rumores que le colocaban de regreso en McLaren o en Red Bull para 2014.

Su gran baza eran los domingos, donde el buen hacer con las estrategias y el cuidado de los neumáticos le ayudaban a recuperar posiciones tras sábados poco competitivos. Sin embargo, el cambio de gomas por parte de Pirelli para preservar la seguridad de los pilotos supuso un golpe bajo para la Scuderia y las aspiraciones del español.

Los nuevos neumáticos, con construcción de 2012, no se adaptaban a un Ferrari trabajado por y para los Pirelli de 2013, algo que se tradujo en carreras a contracorriente tras el parón veraniego para intentar no perder el tren del título a base de regularidad y podios.

Esto fue posible en Spa, Monza y Singapur, siempre por detrás de un Vettel inalcanzable. Pero el daño estaba hecho y la realidad se hizo patente en las siguientes cinco carreras, donde terminar entre los cinco primeros era un triunfo con el panorama que tenían en Maranello. Así, el español volvió a dar el máximo para llevar al Ferrari mucho más allá de sus posibilidades pero tuvo que conformarse una vez más con el subcampeonato.

Como dato estadístico, el español se convirtió en el piloto con más puntos en la historia de la Fórmula 1 tras su cuarto puesto en Japón, hecho que conmemoró en la India con un casco especial. Al término de la temporada tal estadística creció hasta situarla en 1606 puntos.

2012 (Ferrari; 2º, 278 puntos)

En 2012, Fernando Alonso se quedó a tres puntos de lograr el tricampeonato y, como ocurrió en 2010, volvía a la segunda posición de la Clasificacion final de Pilotos, solo superado por Sebastian Vettel. A pesar de que Ferrari anunció que el nuevo monoplaza iba a ser "revolucionario", el F2012 no fue el mejor de la temporada y su modesto rendimiento en las calificaciones de los Grandes Premios y los problemas para calentar los neumáticos significaron un paso atrás respecto a sus máximos rivales.

Sin embargo, las manos y pilotaje de Alonso hicieron que el bólido rojo fuera el primero en cruzar la recta de meta en tres ocasiones. Con siete ganadores distintos en las siete primeras carreras, Alonso fue el primero en repetir victoria y el segundo piloto en subir a lo más alto del podio en el arranque del Mundial 2012. Tras la sufrida y lluviosa prueba en Malasia, el piloto de Ferrari lograba sus primeros 25 puntos del año y se colocaba líder de la Clasificación.

Las limitaciones del F2012 eran notables y no volvió al podio hasta el Gran Premio de España, dónde finalizó segundo y regresó al liderato, aunque compartido con Sebastian Vettel, su gran rival a final de temporada. Pero la "carrera más emocionante" de su carrera estaba por llegar. Y llegó en la segunda prueba de casa, el Gran Premio de Europa disputado por las calles de Valencia. La celebración de Alonso quedará en la mente de muchos aficionados al deporte por la emoción y expresión de triunfo al parar el monoplaza delante de las tribunas, en un gesto más similar a lo que ocurre en MotoGP e inusual en la F1.

El bicampeón se marchó de la capital del Turia reforzado en el Mundial con 20 puntos de ventaja. Ferrari se mostraba más relajada con los resultados de Alonso y especialmente con la tercera victoria del año, en Alemania. Pero tras el parón vacacional, todo cambió. Red Bull, McLaren y Lotus volvieron reforzados de las vacaciones y sus monoplazas fueron auténticos quebraderos de cabeza para la Scuderia. Sin embargo, las auténticas pesadillas estaban por llegar.

En Bélgica y Japón, el asturiano no pudo pasar de la primera vuelta debido a incidentes ajenos a él y se marchaba de Spa y Suzuka sin puntuar. Y lo que era peor, sin casi opciones de mantener el liderato. Después de la victoria de Vettel en Corea, Alonso se despedía de la primera posición y, aunque mostró una actitud positiva en la recta final, empezó a decir adiós a su tercera corona. Sin embargo, su lucha, pilotaje y capacidad para sacar la máxima competitividad de un monoplaza que carecía de ella, le valieron al español los elogios y reconocimiento de sus compañeros, periodistas, ex pilotos, expertos… La comunidad de la F1 coincidió en que 2012 había sido su mejor año y que, pese a no ganar el Título, era el piloto que más se merecía la corona de tricampeón.

2011 (Ferrari; 4º, 257 puntos)

Una temporada más, Fernando Alonso se fue de vacaciones de invierno con el dolor de saber que lo había dado todo... pero se había vuelto a quedar sin premio. No son pocos los expertos que destacaron su innato talento en sus balances de final de mundial, donde casi siempre se situaba en segunda posición por detrás del campeonísimo Sebastian Vettel. Pero lo cierto es que al asturiano le ha cambiado la cara con el paso de los años. Con la consabida madurez que otorga la llegada de los 30, que cumplió en julio, el Fernando de 2011 seguía mezclando el hambre que le convirtió en el bicampeón más joven de todos los tiempos (hito ya superado por Vettel) con una cierta pesadumbre y apatía, quizá fruto de la lógica impotencia provocada por la inferioridad del 150º Italia.

Tras un invierno desilusionante en lo técnico pero energizante en lo motivacional, Alonso dio de bruces con la realidad en el GP de Australia. El dominio demostrado allí por los Red Bull ensartó la segunda puñalada en el amor propio del ovetense, que añadió un motivo más para lamentar los horrores estratégicos de su equipo durante el GP de Abu Dhabi de 2010, que le costaron el campeonato. Flavio Briatore, su otrora protector y representante, se descolgó con unas declaraciones que la Scuderia ha arrastrado con pesadumbre durante todo el año: "Harían bien en centrarse en 2012. El mundial 2011 ya está decidido".

Fernando, fiel a su estilo, no se rindió, y siguió exprimiendo hasta la milésima su Ferrari 150º Italia, asumiendo el peso de su desarrollo. Sin embargo, el monoplaza había nacido mal, y el despido del director técnico del equipo, Aldo Costa, mediada la campaña convirtió en público lo evidente. El monoplaza no rendía lo esperado con el compuesto duro, circunstancia que costó más de un resultado al español y que hacía inútil todo ataque en las fases iniciales de las carreras (con todo, resultan imborrables las mágicas salidas de España o Italia). El único circuito donde este detalle no fue un hándicap fue el de Silverstone, escenario de la única victoria de Alonso en todo 2011. Sin embargo, todo tiene una explicación, y no es otra que la prohibición exprés de los escapes soplados, aprobada por la FIA un día antes y de la que equipos y FIA se desdijeron apenas 24 horas más tarde.

Sin más primeras posiciones que saborear, el ovetense pisó el podio en otras nueve ocasiones. Sin embargo, paradójicamente, se quedó sin sumar una sola pole, algo que no le ocurría desde 2008. Pese a puntuar en 18 de las 19 carreras celebradas (tan sólo abandonó en Canadá, como consecuencia de un toque con Jenson Button), Fernando se tuvo que conformar con la cuarta plaza final en el campeonato mundial, con 257 puntos, uno menos que el australiano Mark Webber.

2010 (Ferrari; 2º 252 puntos)

Fernando inició una nueva etapa en su carrera con Ferrari y lo hizo como todo piloto sueña hacerlo, con una victoria en su primer Gran Premio, algo que solo habían logrado antes para la Scuderia Mario Andretti, Nigel Mansell y Kimi Räikkönen. Pero fue la única alegría que se llevó en las primeras carreras, ya que numerosos problemas limitaron sus actuaciones lo que, acompañados del pobre rendimiento del F10, hicieron que el asturiano fuese perdiendo fuelle respecto a sus rivales conforme avanzaba la temporada. No fue hasta el décimo primer Gran Premio cuando Alonso volvió a lo mas alto del podio, con una acción que levantó ampollas, pues el equipo obligó a Felipe Massa a cederle la posición. En este punto del año, el rendimiento del Ferrari dio un giro de 180 grados, permitiendo al español luchar por la victoria en cada GP y haciendo que ocupara un puesto en el podio en todas las carreras salvo Bélgica, en la que tuvo que retirarse por un accidente, y la última y definitiva de Abu Dhabi. Alonso llegaba como líder a esta última prueba con 8 puntos de ventaja sobre Mark Webber, pero un error en la lectura de la estrategia carrera hizo que Alonso se quedara estancado tras Vitali Petrov en la séptima posición y cediera el título a Sebastian Vettel.

2009 (Renault; 9º, 26 puntos)

Esfuerzo al máximo. Olvídense de describir algunas temporadas como 'de transición'. Si se repasan los resultados de 2009, parece increíble que muchos nos llevemos por estos 'vicios de resumen' con descripciones referentes a pasar el año con la mirada en el futuro.

Un campeón no es así. Fernando Alonso, incluso menos. Su capacidad guerrera se palpó en cada una de las carreras de este año. Es cierto que había euforia por los grandes resultados de las últimas pruebas de 2008, ya que parecía entonces que Renault renacería con Alonso a sus mandos. Pero 2009 volvió a ser un año decepcionante en este sentido. La escudería no estuvo en la pelea por los títulos, ya que el coche no evidenció mejora alguna.

Con todo, el español exprimió hasta lo imposible un monoplaza que llegaba a su fin de ciclo. Un coche que ya era un 'clásico' al lado de nuevos nombres, como Brawn. Sólo con esa actitud pueden explicarse posiciones como las de Australia, Bahrein, España, Mónaco, Alemania, Valencia, Italia y, finalmente, Singapur, donde el asturiano llegó incluso al podio y marcó la vuelta rápida de la carrera.

Pero el equipo estaba descentrado, con un Briatore preocupado por asuntos ajenos a la pista y fallos como el de Hungría, la gran prueba de Fernando... truncada por la mala colocación de una tuerca durante el reportaje. Una escudería a la que se le palpaba el pánico escénico. ¿Un año para olvidar? Cuando se puntúa en ocho carreras y se consiguen 26 puntos, ofreciendo momentos increíbles y un pilotaje que es una delicia... ¿quién pretende olvidar?

2008 (Renault; 5º, 61 puntos)

Nueva etapa para el español tras su traumático paso por el McLaren-Mercedes. Flavio Briatore rescató con impaciencia a Fernando para 2008 y así volver a poner a punto un equipo de capa caída.

Y así fue: de mal en mejor, pues sólo cabían las mejoras en un monoplaza muy desfasado y nada competitivo. Por ello, la primera parte de la temporada casi se vio obligado a no luchar por la victoria ni los podios en los Grandes Premios. Carrera a carrera, la gran experiencia del asturiano y sus impresiones fueron las claves para remontar el vuelo y quedar en primera posición en dos ocasiones. En Australia, la primera prueba, el piloto terminó en una excelente cuarta plaza, plantando batalla a un Heikki Kovalainen, su relevo en McLaren. Ese resultado tuvo algo de espejismo, pues la carrera estuvo plagada de incidentes y el coche no iba tan bien como para dar tanto de sí.

Y es que puntuar era en sí un objetivo que requería exprimir el monoplaza con mucho esfuerzo. En Malasia arañó un punto a pesar de cometer una pasada de frenada en la salida, donde cedió dos puestos. Y ya salía noveno... La racha de puntos se rompió y pronto llegaron los momentos más duros para el español, que sólo pudo ser décimo en Bahrein y se vio obligado a abandonar nada más y nada menos que en Montmeló, donde había logrado la segunda plaza en parrilla, que acabaría siendo su mejor del año.

En Turquía volvieron los puntos, gracias a un sexto puesto. En Mónaco, los toques con Rosberg y Heidfeld acabaron pasando factura al asturiano, que llegó a marcar una vuelta rápida, pero se tuvo que conformar con la décima plaza. Pese a darlo todo, Canadá y Francia tampoco reportaron buenos saldos.

En Gran Bretaña volvió a conseguir puntuar tras firmar un buen sexto puesto tras llegar a batallar por el podio. El GP de Alemania fue para olvidar... pero para todo hay remedio, y en Hungría, uno de sus circuitos fetiche (en Hungaroring consiguió su primera victoria), volvieron los buenos momentos. El asturiano terminó cuarto batallando a brazo partido con Hamilton y Raikkonen. Este último logró superarle en su parada de boxes, a pocas vueltas del final. Golpeado por el Williams de Nakajima en Valencia, el español encaró una recta final de mundial que sería impresionante.

En Spa volvió de nuevo a luchar por el podio, nada menos, aunque los errores de estrategia acabaron relegándole a la cuarta plaza, posición que repitió en Monza tras un interminable baile de neumáticos de agua.

Estaba claro que Alonso avanzaba imparable. No pudo luchar por el campeonato en absoluto, pero quería que los demás pilotos "grandes" volvieran a seguir su estela de campeón. Primera muestra: Singapur. La luna fue espectadora de una victoria del español que pasará a la historia como el primero en ganar en una prueba nocturna de Fórmula 1. Y eso que la carrera no se presentaba propicia, ya que ¡salía decimoquinto! Ya en la salida adelantó a tres pilotos e inició su escalada... que culminaría con un golpe de efecto inesperado: su compañero de equipo se estrelló contra un muro (luego se sabría que lo hizo a propósito) y revolucionó las posiciones. Alonso se colocó líder, plaza que ya no abandonaría hasta el final.

En Japón, el español firmó otro carrerón. Ya en la salida puso sus cartas sobre la mesa y adelantó numerosas posiciones hasta la segunda plaza. Y en cuanto se puso líder de la carrera tras su primer y fugaz repostaje, se dedicó a controlar el GP con eficacia, terminando por sacar una gran ventaja a Robert Kubica. Las cambiantes condiciones metreorológicas de China le relegaron a la cuarta plaza, y Fernando despidió el año desde la segunda posición de Brasil, una posición que medio año antes parecería de ciencia ficción. Sin duda, si es que lo fue: un buen año de transición.

2007 (McLaren; 3º, 109 puntos)

En la temporada 2007, Alonso afrontó un cambio de equipo, dejando Renault para recalar en McLaren. La temporada se reveló muy complicadda por la lucha interna contra su compañero de equipo, Lewis Hamilton, y contra las decisiones de los dirigentes de McLaren, que no actuaron con determinación contra la insubordinación constante que el inglés profirió en contra de la actuación de los dirigentes de su equipo en Mónaco y Hungría. En el primer caso, la FIA abrió de oficio una investigación, y en el segundo sancionó directamente al asturiano con cinco posiciones en la parrilla de salida del GP y la imposibilidad de McLaren de sumar puntos para el campeonato de constructores.

A pesar de las trabas y los problemas, Alonso luchó hasta la última carrera por el campeonato de pilotos, empatando a puntos con Hamilton y clasificándose finalmente en tercera posición de la clasificación general del campeonato mundial.

2006 (Renault; campeón, 134 puntos)

Fernando Alonso se proclamó campeón mundial por segundo año consecutivo. Su evolución lo ha llevado a convertirse en un piloto rápido como Senna pero con la capacidad estratégica de un Prost. Otro año más, sin el mejor coche en liza, se impuso a sus rivales convirtiéndose en el bicampeón más joven de la historia. Es el piloto completo y aquel que puso fin a la carrera del, hasta el momento, más victorioso piloto de la F-1, Michael Schumacher, que perdió las opciones de campeonato al romper el motor en el GP de Japón.

2005 (Renault; campeón, 133 puntos)

Si en la temporada 2004 pudimos ver un Fernando Alonso agresivo, en el 2005 se le vio llegar al máximo nivel de pilotaje y frialdad desde su debut en la F-1. Esta actitud y su incomparable clase se conjugaron en las proporciones justas para convertirlo en el piloto más joven de la historia de la categoría en conseguir un campeonato del mundo. Alonso tuvo que pelear contra pilotos de la talla de Kimi Räikkönen y Juan Pablo Montoya con un monoplaza que, si bien era de gran calidad, conforme avanzó el año se mostró netamente inferior al McLaren. Este hecho, junto con la demostración que Alonso hizo en la última carrera del año, disputada en China, cuando ya matemáticamente campeón ayudó a su equipo a alzar el título de constructores logrando el último triunfo para un motor V10, dan la dimensión real del español como uno de los talentos puros de la especialidad.

2004 (Renault; 4º, 59 puntos)

Con un monoplaza más potente que en el año precedente, Alonso tuvo ocasión en el 2004 de ser algo más constante que en su primera temporada con el equipo francés. Sin embargo, aunque mejor en el capítulo mecánico (el equipo abandonó la idea del motor V10 con las bancadas a 110º para optar por una solución más convencional) las cualidades R24 se revelaron inferiores en la faceta de estabilidad y sus actuaciones aparecieron menos brillantes que en la temporada precedente. Su accidente en el túnel de Mónaco cuando luchaba por batir a su compañero y alguna otra salida de pista dejaron la confirmación de absoluta de su calidad como posible campeón mundial para la temporada 2005. Muy brillante en algunos Grandes Premios, en otros mostró su faceta más agresiva y menos cerebral. En resumen, un año que dio una carga de experiencia muy importante al piloto español de cara a su asalto a la más alta meta.

2003 (Renault; 6º, 55 puntos)

En su segunda temporada completa en la Fórmula 1, Fernando Alonso pasó a conducir por primera vez en un equipo puntero. Su objetivo de subir al podio se cumplió con creces. Si el hombre record de la F-1 es Michael Schumacher, se puede decir que Alonso es quien está en mejor disposición para arrebatarle ese honor. En esta temporada 2003, Alonso se convirtió en el piloto más joven de la historia en ganar un Gran Premio (hito logrado en Hungría), en conseguir una "pole" y en hacer una vuelta rápida en carrera. Su campaña fue sorprendente, superando a un compañero de equipo como Jarno Trulli, que pasa por ser uno de los más rápidos de la F-1. Sólo la fragilidad de los motores Renault le impidió conseguir mejores resultados.

2001 (Minardi; 23º, 0 puntos)

Fernando Alonso debutó en Fórmula 1 como titular de la escudería Minardi, que estrenaba propietario, el empresario de la aviación australiano, Paul Stoddart. Con un coche muy poco competitivo, dejó atrás a su compañero, el brasileño Tarso Marques, que contaba con más experiencia, superó con frecuencia a muchos rivales y terminó en una ocasión entre los diez mejores. Para ser su primera temporada, el asturiano firmó un bagaje impresionante.

Palmarés previo a la F-1

Antes de dar el salto a los monoplazas, Fernando Alonso se confirmó como uno de los mejores talentos que ha dado el karting en España. Debutante con apenas 3 años en 1984, el ovetense fue progresando pilotando un kart inicialmente diseñado por su padre para su hermana mayor, y que paso a paso le llevó al estrellato.

Su primer gran título en esta disciplina llegó en 1988, temporada en la que alzó el campeonato asturiano de la categoría Infantil imponiéndose en las ocho carreras puntuables. Al año siguiente, de nuevo en Infantil, el pequeño Fernando repitió entorchado y sumó el título gallego. La racha de campeonatos le acompañó en su paso a la disciplina Cadete, en la que se impuso en su comunidad y en el País Vasco, y un año después finalizó como subcampeón nacional.

El talento de Alonso no pasó desapercibido a uno de los preparadores más importantes del panorama nacional, Genikart, cuyo mentor, Genís Marcó, apadrinó al asturiano como si de un padre se tratara. De la mano de la formación de l'Escala, en Girona, el asturiano alzó sus primeros títulos nacionales e internacionales. Bicampeón de España de Júnior en 1993 y 1994, en 1995 sumó a su tricampeonato estatal el tercer puesto en el Mundial, cetro conquistado un año más tarde... de la mano del cuarto campeonato estatal consecutivo.

En Inter-A (ICA) no cambió el escenario. Alonso se saltó la preceptiva aclimatación a la categoría y se impuso de carrerilla en el campeonato nacional y el italiano. También dominó el campeonato de Europa, disputado en Genk, donde dominó con maestría la primera final y se escapaba de Alessandro Balzan en la segunda hasta que, en la tercera vuelta, se le salió la cadena y debió abandonar. En 1998 no tuvo opción de remendar la decepción, aunque volvió a imponerse en el certamen nacional y en pruebas internacionales de relumbrón, caso del Trofeo París Bercy, el de la Industria y en una carrera de leyendas disputada en el Palau Sant Jordi de Barcelona como actividad complementaria al GP de Fórmula 1.

El piloto asturiano debutó por primera vez en un monoplaza a final de 1998 en el circuito de Montmeló. Fue un Fórmula Renault, aunque esa prueba no fue más que un brindis al sol, ya que el asturiano no contaba con presupuesto para dar el salto a las categorías de coches con ruedas descubiertas. Hasta que Chano García, padre de uno de sus antiguos rivales del karting, Antonio García, invitó a Adrián Campos a que convocara un test con vistas a incorporarlo como segundo piloto a su formación del Euro-Open Movistar. Una vez más, Fernando dio el do de pecho batiendo a todos y proclamándose campeón tras sumar seis victorias en la temporada 1999.

Captado al año siguiente por Flavio Briatore, que firmó con él un contrato a largo plazo con la escudería Benetton-Renault, Alonso dio el salto a la Fórmula 3000 FIA con el equipo Astromega, habitual filial de Benetton en la disciplina. Aunque no logró el título ni pudo luchar por él, el español firmó algunas actuaciones memorables pese a contar con tan sólo 18 años. Su remontada hasta los puntos desde el último lugar en Mónaco bajo la lluvia, el segundo puesto en Hungaroring y el triunfo inapelable en Spa-Francorchamps le valieron la cuarta plaza del certamen y el pasaporte directo a la Fórmula 1.