El ser humano se caracteriza por borrar de su memoria inmediata los malos recuerdos, por enterrarlos y hacer como si nunca hubiera pasado. Por este motivo quizás pocos parecen recordar lo terriblemente mala que fue la temporada 2017 en término de neumáticos, extremadamente duros y sin variedad estratégica alguna. Quizás ni la propia Pirelli lo recuerde, ya que fijó en sus objetivos recuperar un mayor número de paradas, regresar a esa degradación que ofrecía alternativas estratégicas.
A pesar de que Pirelli ha introducido un compuesto más blando, y según ellos, ablandado toda la gama, así como haber desterrado los dos compuestos más duros, nada parece haber cambiado. Desgaste casi inexistente y nula variación estratégica. Ni cuando Pirelli prevé que dos paradas o incluso tres paradas pueden ser la opción más rápida, los equipos varían su opción una única parada.
Y peor aún queda el panorama si como en esta ocasión, el propio proveedor de neumáticos asegura que una parada es la opción más rápida en sus simulacros. Eso sí, Pirelli cree que el abanico para realizar esa primera parada es muy amplio, pudiendo comenzar en la vuelta 8 y prolongándose hasta la vuelta 30.
En las estrategias más rápidas de Pirelli, ni se contempla el uso del neumático blando, para el que los equipos se han guardado un juego sin usar para la carrera. Igual caso que el superblando, donde todos los pilotos tienen un único juego nuevo disponible, a excepción de Ricciardo, que tiene dos usados. En el caso de Mercedes, Ferrari y Red Bull, tendrán un juego usado disponible.
De entre los ultrablandos, ninguno de los tres grandes equipos tienen juegos nuevos, pero sí tres usados disponible. De juegos nuevos gozarán Pérez, con tres, Ocon, Stroll, Sirotkin, Gasly, Hartley, Alonso, Vandoorne, Ericsson y Leclerc, lo que quizás les dé vida a la hora de intentar algo diferente a la parada temprana y montar neumático blando hasta el final. El devenir de la carrera dirá.
