El tercer día de test de pretemporada de Fórmula 1 estuvo lleno de problemas para Haas. El equipo estadounidense causó tres banderas rojas a lo largo de la jornada por un fallo similar en el monoplaza. El vehículo se quedaba parado en pista de repente, una incidencia recurrente que en Haas han investigado a fondo para tratar de que no se repita en la última jornada de pruebas.
Pietro Fittipaldi fue la primera víctima del extraño fallo del Haas durante la sesión matutina. Por la tarde, Romain Grosjean tuvo que aparcar el monoplaza en el trazado en dos ocasiones: una al principio de la sesión y otra en los últimos minutos de la jornada. Estas incidencias, que han plagado la semana de Haas, hicieron que saltaran las alarmas en el equipo, aunque la estructura mantiene que forman parte de la naturaleza de los test.
“Aunque hemos tenido que regresar al pit lane en la grúa tras tener que parar el coche en pista, no ha sido un mal día. Forma parte de los test. Es cuestión de encontrar las limitaciones del monoplaza y lo que podemos hacer mejor en él. No es ideal, porque nos gustaría completar más kilómetros. Cuanto más rodamos, más descubrimos que el coche está mejorando”, declaró Grosjean.
“Tuvimos un pequeño problema con Pietro, pero pudo regresar a pista y continuar con nuestro programa. El resto del día tuvimos demasiadas paradas en pista. Necesitamos deshacernos de estos problemas. Aun así, acumulamos una buena cantidad de kilometraje al final del día. Seguimos aprendiendo, pero queremos acelerar el proceso para prepararnos de cara al Gran Premio de Australia”, comentó Gunther Steiner.
Debido al tiempo en pista perdido por estos problemas, Fittipaldi no volverá a subirse al Haas esta semana. La estructura estadounidense quiere aprovechar la última jornada de test de la semana para que sus pilotos titulares rueden tanto como puedan para terminar de familiarizarse con el monoplaza, un proceso que se ha visto interrumpido por las incidencias mecánicas.
