El RACC, “pide al Gobierno de la Generalitat, al Estado Español, al resto de administraciones y al mundo empresarial, colaboración, consenso, solidez y unidad de acción para alcanzar un acuerdo estable para que los próximos años el Circuit de Barcelona Catalunya continúe acogiendo la F1”, reza el comunicado enviado por el club catalán del automóvil.

Pese a las voces que invitaban a mantener calma sobre la continuidad del Gran Premio de España, independientemente de la incorporación al calendario del Gran Premio de los Países Bajos, el cual ya le ha arrebatado la fecha, lo cierto es que la situación se vuelve más crítica por momentos, con el acuerdo sin cerrar a menos de un año de la hipotética celebración del Gran Premio, motivo por el que el organizador se ha lanzado a enviar este comunicado en el que pide apoyos de todas las partes posibles.

“El Club considera que apostar por la continuidad del Gran Premio de Fórmula 1 en Cataluña es una decisión estratégica a nivel empresarial, económico y deportivo y que por esta razón hay que encontrar con urgencia la mejor solución”, apuntan desde el RACC, que esperaba que tras las recientes elecciones, se acelerasen las negociaciones.

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El organizador del Gran Premio recuerda que el impacto económico del Gran Premio de España en Montmeló se acerca a los 163 millones de euros, además de generar de forma directa 2.700 puntos de trabajo. Tampoco ignora el impacto mediático de la zona, pues hasta 900 medios de comunicación se hicieron eco del último evento por lo que es una oportunidad “para generar una gran reputación de excelencia organizativa positiva para la imagen y la proyección internacional de nuestro territorio”.

Tras la incorporación de Vietnam y los Países Bajos al calendario, son varias pruebas las que corren peligro, entre ellas Gran Bretaña, España y México, que deben renovar sus contratos y que han perdido cierto apoyo económico. Más teniendo en cuenta que la propia organización se ha mostrado a favor de encontrar un acuerdo para la continuidad de la que consideran la carrera de casa, en Silverstone.

Desde Barcelona temen que de perder el Gran Premio para 2020, el hipotético coste de recuperación sería enorme, pues los nuevos y exóticos eventos están limitando en exceso un calendario que en Europa parece contar con ciertas pruebas clásicas e intocables, entre las que no cuenta el Circuito de Barcelona-Catalunya, al que pese todos los eventos celebrados, los aficionados no colocan al mismo nivel que Mónaco, Monza o Spa-Francorchamps. Desde el RACC están dispuestos a agotar todas las vías para mantener la prueba, recordando el dato comúnmente olvidado con facilidad, como es el impacto económico de más de 160 millones de euros.