Kimi Raikkonen llega a la última cita de la temporada, el GP de Abu Dhabi, tras abandonar durante la pasada carrera, después de sufrir aquaplaning en la recta del Autódromo José Carlos Pace, de Brasil, una vez se había marchado el coche de seguridad.

El finés ha expresado su satisfacción con este trazado, del que ha destacado que es complicado adelantar y se crea un gran ambiente, por ser la última parada de la temporada. En dicho circuito se corrió por primera vez bajo luz artificial en los Emiratos Árabes, la segunda prueba en la historia de la F1 tras el estreno del GP de Singapur en 2008.

Me gusta esta pista. Tiene una parte de la vuelta muy lenta, pero tiene un gran ambiente al ser la última carrera del año. Así que, evidentemente, es una sensación algo distinta y es por la noche. Las luces son muy buenas. A veces puede no ser tan sencillo (pilotar) con las luces, pero las condiciones de conducción no son complicadas para conseguirlo. La visión es más o menos igual durante el día. No es un lugar sencillo para adelantar pero hacerlo es un gran desafío. Son vueltas largas y un montón de curvas complicadas. Siempre he disfrutado allí. Tal vez sea porque es el final del año y pasan muchas cosas”, ha explicado Raikkonen en declaraciones para la web de su equipo.

El finés consiguió ganar en el circuito de Yas Marina en 2012, el año de su regreso a la Fórmula 1, a bordo del Lotus E20. También logró un tercer puesto, la pasada temporada, con la Scuderia.