Kimi Raikkonen se convirtió en un personaje peculiar desde el primer día de su trayectoria deportiva en Fórmula 1. El piloto finés realizó su debut en la categoría enrolado en las filas de Sauber en 2001 y ya en su primera carrera, disputada en Australia, consiguió sumar un punto que necesitó de mucho esfuerzo. Si bien Raikkonen se encontraba en la séptima posición, estaba a unos lejanos 20 segundos de la última plaza de acceso a puntos.

Animado a través de la radio a apretar y no preocuparse por el motor de su Sauber, Raikkonen empezó a recortar distancias hasta el final de la carrera. El finés pasó por meta a 17 segundos de la sexta posición, ocupada por Olivier Panis. Raikkonen tuvo la fortuna de que el francés fue sancionado con 20 segundos añadidos a su tiempo por adelantar con bandera amarilla, por lo que terminó en sexto lugar.

Esta brillante actuación estuvo a punto de no suceder. A falta de 30 minutos para que diera comienzo la carrera, nadie sabía dónde se encontraba Raikkonen. En un día en el que un joven piloto se mostraría entusiasmado y estaría consumido por los nervios, el finés estaba durmiendo plácidamente minutos antes de la salida de su primera carrera en Fórmula 1.

“Estaba durmiendo. Le dije ‘Kimi, en unos minutos tienes que salir a tu primera carrera’. Él me respondió ‘Oh, déjame dormir otros cinco minutos’. Nunca había visto algo así antes y tampoco lo he visto después. Es una tranquilidad extrema. No es actuado, es natural. Le dejé dormir unos minutos más porque descansar es importante, relató Josef Leberer, entrenador en Sauber, al sitio web oficial de la Fórmula 1.

Aunque pueda parecer lo contrario, Raikkonen es un piloto que siempre se ha tomado muy en serio su trabajo.Me gusta ir directamente al grano y dejar el resto atrás. Siempre he sido igual, explicó el finés sobre su método de trabajo que los ingenieros valoran positivamente al centrarse en los aspectos más importantes.