Con el parón veraniego, se intensifican los rumores sobre salidas y posibles fichajes de los equipos de cara a 2019. Desde hace años, Kimi Raikkonen llega al mes de agosto sin conocer dónde estará la próxima temporada. Con la llegada de Sebastian Vettel a la Scuderia, el fines ha convivido a la sombra del cuatro veces campeón del mundo. En 2018, Raikkonen ha vuelto a una de sus mejores versiones –posiblemente no la mejor- aunque suficiente para ayudar a Ferrari a conquistar ambos campeonatos.
Raikkonen es una excelente comodidad para Ferrari. Es un piloto de primer nivel, no 'molesta', no crea tensiones, fue campeón del mundo con los italianos en 2007 y está dispuesto a acatar órdenes en el momento preciso. Se pudo ver en Alemania, cuando cedió el liderato a Vettel. Con Charles Leclerc presionando en Sauber con una gran primera mitad de temporada, es el turno de Ferrari para decidir quién será el compañero de Vettel en 2019; o al menos así lo entiende el propio Raikkonen.
“Por supuesto que me gustaría quedarme, pero es solo la decisión de Ferrari. Espero tanto como vosotros”, explica el finés al diario Sport Bild
Sobre la convivencia con Vettel, Raikkonen asegura que nunca han tenido ningún tipo de problema, e incluso si se llegan a tocarse en la pista, no se tratará de algo que no puedan solucionar posteriormente con una conversación. Ambos asumen sus errores y, evidentemente, es un hecho que tranquiliza a Ferrari y que, posiblemente, tengan en cuenta de cara al futuro más próximo.
“Si nos tocamos, no hay problemas después de una conversación. Es alguien que admitirá su error y yo haré lo mismo. Es mucho mejor trabajar en esa atmósfera, y también hace que el coche sea más rápido. Ambos tenemos el mismo objetivo: convertir a Ferrari en campeón del mundo”, concluye.
