Red Bull ha estado dándole vueltas durante toda la semana a qué pudo causar el accidente de Max Verstappen en la clasificación del Gran Premio de Bahréin. La primera justificación que se dio sobre lo sucedido vino por parte del propio piloto, quien se quejó de un subidón de potencia repentino de 150 caballos al principio de su vuelta en la Q1, lo que parecía indicar que hubo un fallo en el motor.

Esta versión no convenció a sus rivales, con algunos expresando públicamente su escepticismo. “Me gustaría saber de dónde salieron esos 150 caballos. ¿Tiene un ‘party mode’ como el de Mercedes? Nunca me ha pasado eso. No cambia de una vuelta a otra. Dejadme que lo diga así: me suena a chino”, comentó Nico Hulkenberg.

Una vez concluida la investigación sobre el accidente, Red Bull ha llegado a la conclusión de que la causa del choque no fue un fallo en el motor, sino que Verstappen pisó demasiado el pedal del acelerador cuando pasó por encima del piano. “No fue un pedal atascado. Cuando saltó sobre el piano hubo una oscilación del pie. Era algo obvio”, explicó Christian Horner a Motorsport.com.

“La palanca del cambio siempre ha estado un poco dura, así que creo que fue una combinación de eso, ir a tope, coger demasiado el piano, oscilar con el pie… Pasaron muchas cosas. No hay nada que interpretar”, añadió el jefe de equipo de Red Bull.

Cyril Abiteboul sustenta el argumento de Horner afirmando que no identificaron ningún problema en el motor de Verstappen. La unidad de potencia hizo lo que el acelerador le pedía. Eso está muy claro. Es una cosa determinista: causa y consecuencia. Cuando aprietas el acelerador, algo le pasará al motor. Reaccionó exactamente de la misma forma en la que tenía que hacerlo”, manifestó el responsable de Renault.