Las vibraciones causadas por el motor Honda se han convertido en todo un clásico. Desde el regreso del fabricante japonés a la Fórmula 1 en 2015, las vibraciones han sido uno de los grandes problemas de sus unidades de potencia. McLaren se quejó en varias ocasiones de estas vibraciones que también aparecieron en los monoplazas de Toro Rosso el año pasado en algún momento del primer año de asociación con Honda.
A pesar de que Christian Horner negara que Red Bull estuviera sufriendo estas vibraciones, parece que el equipo austriaco también ha tenido que lidiar con ellas. Pierre Gasly apareció en pista durante el cuarto día de test de pretemporada en Montmeló con unos extraños elementos en forma de triángulo en la parte trasera del RB15 que levantaron sospechas sobre su finalidad.
Todo parece indicar que esta solución se improvisó en el circuito para tratar de reducir las vibraciones causadas por el motor Honda. Estos elementos que salen del difusor se ataron al escape con la intención de parar las resonancias y desaparecieron unas vueltas después, por lo que puede que Red Bull disminuyera las vibraciones con este sistema para explotar en mayor medida el potencial de los propulsores.
Si bien resulta aparente que el motor Honda ha dado un salto significativo en cuanto a rendimiento y potencia con respecto al año pasado viendo el ritmo y las vueltas completadas por sus coches en los test, reducir las vibraciones es un paso fundamental para desarrollar los propulsores. Estos temblores pueden causar daños en la mecánica del monoplaza que resulten en fallos de fiabilidad.
Durante la pasada pretemporada, corrió el rumor de que Honda estaba reemplazando los motores del Toro Rosso cada noche. En esta ocasión, parece que la marca japonesa solo cambió la unidad de Gasly por precaución tras el accidente que sufrió el tercer día de test. El francés golpeó las protecciones del trazado con la parte trasera del Red Bull, por lo que en Honda decidieron montar otra unidad a pesar de no llegar a romperse.
