El Gran Premio de Austria parece gafado para Red Bull. A la importante bajada de espectadores y el bajo rendimiento que se espera de los motores Renault por las características del circuito, hay que sumar las penalizaciones que acumularán por sobrepasar el límite de cuatro motores permitidos en una temporada.

Viendo el resultado de Canadá y que Daniil Kvyat fue el mejor con un motor Renault, con un noveno puesto, en Red Bull parece que quieren aprovechar su falta de competitividad para incluir aquí un nuevo motor antes de llegar a otros circuitos, en los que puedan ser más competitivos y el retraso en la parrilla de salida les suponga más perjuicios.

"En cuanto a motor, estamos en peor posición que el año pasado", ha señalado Helmut Marko. "Las comparaciones directas entre Grandes Premios son odiosas", ha añadido refiriéndose a la situación vivida en Canadá, carrera en la que los de Christian Horner perdieron medio segundo por vuelta entre un año y otro. Por ello, prefieren guardar sus armas para Hungría, un circuito con más carga aerodinámica y sin largas rectas que les hagan perder tanto tiempo.

"Probablemente sea el circuito en el que seremos más fuertes, por lo que es importante empezar lo más arriba posible”, ha señalado Horner, que ha calificado las penalizaciones de Austria como "tácticas" y como el paso "más sensato" que pueden dar. "Esperamos estar en la parte trasera de la parrilla", ha concluido.