La seguridad en el Gran Premio de Rusia cada vez se va incrementando. El circuito de Sochi se ha levantado con unos badenes de color naranja, los cuales ha declarado la FIA que son unos reductores de velocidad, para evitar el alto número de incidentes en las primeras curvas del circuito.

Los pilotos se abren demasiado al coger las curvas. A la salida de la curva 2 muchos se aprovechan para llevar el monoplaza hasta los límites de la pista para poder obtener una mayor aceleración al encarar la curva 3, algo que quiere evitar la FIA.

Una medida que se ha informado a las escuderías presentes en el Gran Premio, la colocación de unos reductores de velocidad de 50 milímetros de alto. Advirtiendo de que si van a conducir hasta el límite del piano y llegan a salirse tendrán que conducir alrededor del badén hasta poder volver al circuito.

El director de carrera, Charlie Whiting, ha explicado mediante una nota que si “un conductor atraviesa el badén naranja en la curva 2 tendrá que esperar hasta que se acabe y entrar de nuevo de forma segura al principio de la curva 3”.