Por segunda vez en la temporada, Renault ha roto el toque de queda impuesto por la FIA para garantizar en la medida de lo posible el descanso del personal del equipo. Ningún trabajador debía estar en el paddock entre las 23:00 del viernes y las 7:00 del sábado, garantizado ocho horas fuera del lugar de trabajo, sin embargo, no ha sido así.

El equipo francés decidió exceder el límite de tiempo al detectar un posible problema en el vehículo de Nico Hülkenberg, aparentemente concentrado en la suspensión, sin que los de amarillo hayan querido detallar más sobre el inconveniente.

Los equipos pueden incumplir esta norma durante dos veces a lo largo de la temporada sin tener que soportar represalias sobre ellos. Aunque es la segunda vez que Renault lo hace, en la anterior ocasión la FIA decidió no contabilizarlo, al igual que con el equipo McLaren.

Ocurrió en Japón, debido a un problema de suministros con el aceite que hizo incluso peligrar la participación de ambos equipos en la sesión del viernes. Por lo tanto, Renault aun mantiene un comodín más antes de ser objetos de sanción.