2018 ha sido un año realmente complicado para Daniel Ricciardo tanto dentro como fuera de la pista. El piloto australiano tuvo que lidiar con muchos problemas de fiabilidad en su Red Bull a lo largo de la temporada que le relegaron a una distante sexta posición en el mundial. A la vez que trataba de gestionar la frustración de no obtener los resultados esperados, Ricciardo también tuvo que estar pendiente de sus opciones de futuro.

Ricciardo protagonizó la gran sorpresa del mercado de pilotos al anunciar su fichaje por Renault. El ‘aussie’ abandona Red Bull para dirigirse al equipo francés tras un periodo muy intenso en el que tuvo que decidirse entre varias ofertas. Los rumores apuntan a que tanto Ferrari como Mercedes se interesaron por él y Ricciardo afirma que la escudería de Brackley se puso en contacto con él, pero sin mostrar un interés claro en ficharle.

Distinguir qué equipos estaban realmente interesados en ficharle fue la tarea más complicada a la que se enfrentó Ricciardo. “Sabía que las conversaciones necesitarían un poco de tiempo, pero llegó junio o julio y quizás hablamos un par de veces, pero no llegamos a ninguna parte. Supongo que llega un punto en el que quieres que la respuesta sea clara”, declaró el australiano a ESPN.

Quería que fueran directos, pero de estas cosas se aprende. Estoy seguro de que habrá otro momento en mi carrera donde tendré que pasar por todo este proceso otra vez. Habrá cosas que haré de otra manera. No me arrepiento de nada, simplemente es un proceso de aprendizaje, añadió Ricciardo.

Esta fue la primera vez en la que Ricciardo se encontró solo ante el peligro en el mercado de fichajes de la Fórmula 1, pues hasta entonces se había mantenido ligado a Red Bull. “Parte de ello fue divertido y fue emocionante tener estas reuniones. Supongo que todo fue nuevo para mí. Hubo equipos que realmente me querían y hubo otros que se asomaron, pero realmente no querían… Mercedes, por ejemplo. A veces fue confuso y había que intentar distinguir quién tenía un interés real”, explicó.