El fallo del MGU-K que estuvo muy cerca de costarle la victoria a Daniel Ricciardo en Mónaco también fue motivo de preocupaciones adicionales para Red Bull de cara al resto de la temporada. El piloto australiano está muy cerca de recibir penalizaciones por sobrepasar el límite de elementos permitidos en el motor durante un año, por lo que un cambio de la pieza para Canadá se traduciría en una sanción en parrilla para Ricciardo.

Afortunadamente para Red Bull, no será necesario reemplazar el MGU-K que Ricciardo usó en Mónaco. Cyril Abiteboul informó a la estructura austriaca de que podrá reutilizar este elemento a pesar del susto de la carrera del Principado. La unidad de potencia no sufrió daños, por lo que Red Bull podrá retrasar las penalizaciones al menos una carrera más, aunque son conscientes de que llegarán tarde o temprano.

Canadá es una prueba donde la potencia del motor tiene bastante importancia debido a las largas rectas del circuito Gilles Villeneuve, pero Red Bull confía en compensar esta desventaja en las zonas lentas del trazado. “Con nuestra buena tracción, podemos compensar lo que perdemos en las rectas. Nuestro coche es bueno en tráfico. Podemos coger el rebufo del resto y somos mejores gestionando los neumáticos”, explicó Helmut Marko en declaraciones recogidas por Auto Motor und Sport.

Los hiperblandos volverán a aparecer en Canadá y en Red Bull creen que pueden tener ventaja sobre Mercedes y Ferrari en este siendo viendo lo ocurrido en Mónaco. Si Ricciardo hubiera tirado al máximo, les hubiésemos obligado a hacer dos paradas. Sus neumáticos tenían mal aspecto haciendo vueltas lentas. Tenemos un gran coche y la actualización de Barcelona es la base”, comentó Marko.