Nico Rosberg afirma que no tiene intenciones de prolongar las conversaciones, sobre el incidente de Shanghái, con Lewis Hamilton. En tal evento, el alemán acusó a su compañero de comprometer su carrera en China porque, según él, no estaba rodando todo lo rápido que podría estar haciéndolo.

"Admito que cuando me senté a su lado en la rueda de prensa, estaba molesto. Por la mañana habíamos hablado sobre ese ambiente en concreto", explica en referencia a sus quejas porque Lewis no le estaba dando el espacio suficiente para alejarse de su inmediato perseguidor, Sebastian Vettel.

Esta discusión reavivó las cenizas de las disputas de esta pareja en 2014 y Nico admitió que vuelven a atravesar una "situación difícil". "Entre nosotros alguna vez es mejor y otras menos. Pero no veo razón para volverle a hablar otra vez (sobre esto)", comenta Rosberg.

Hamilton sigue echando leña a esta discusión defendiendo que él es mentamente más fuerte que su compañero e insistiendo en que nunca se conformará con ser segundo. A eso, el alemán ha respondido que el comportamiento de Lewis en Shanghái se olvidará pronto.

"Empezamos desde cero otra vez. Lewis puede pilotar como quiera, es cosa suya. Es algo completamente irrelevante para mí”, comenta.

El ex bicampeón de F1, Mika Hakkinen, destaca que no ve nada fuera de lo normal en la batalla psicológica a la que están jugando los chicos de Mercedes. "Estos juegos mentales son parte del espectáculo y siempre han estado ahí", apunta para el periódico alemán Die Welt.

Sin embargo, Hakkinen respalda el pilotaje del piloto británico en Shanghái, explicando que cada piloto se concentra sólo en intentar ganar la carrera por sí mismo. "Para mí es simple. Estaba delante así que el líder marca el ritmo", comparte. "Sólo puedo hablar desde mi experiencia como bicampeón, nunca hice nada como eso de manera intencionada. Cuando estaba el frente, no me interesaban el resto de coches, sólo hacer todo lo que necesitara para ganar. Puede sonar egoísta pero es verdad", sentencia el finés.