El Gran Premio de Rusia no hace justicia con Carlos Sainz. El piloto de Renault volvió a sufrir en el Autódromo de Sochi. En esta ocasión, un toque con Sergey Sirotkin en la primera vuelta ha condicionado el resto de la prueba para el piloto de Renault.

Para el madrileño, el toque fue prácticamente imperceptible, aunque en las repeticiones posteriores pudo comprobarse que el impacto fue lo suficientemente fuerte como para dañar de consideración al RS18. El monoplaza galo no estaba entero, había perdido parte de los soportes del lateral derecho, así como desperfectos en el fondo .

De ese modo, Sainz tuvo que lidiar durante toda la carrera con un vehículo excesivamente nervioso y la empresa de alcanzar los puntos se volvía cada vez más improbable. De hecho, el piloto español fue cayendo posiciones con el paso de las vueltas. “Perdí muchos puntos de aerodinámica, el coche sobreviraba mucho…”, explicó nada más bajarse del coche.

El piloto de 24 años afirma que el Renault se volvió “un segundo y medio más lento”, por lo que era prácticamente un obstáculo para todos los coches que llegaban por detrás. Finalmente, el madrileño fue 17º, un resultado que no refleja el resto del fin de semana de Sainz. En Japón tendrá una nueva oportunidad para estar de nuevo en los puntos y borrar el mal recuerdo de Rusia.