El resultado conseguido por parte del equipo McLaren en Bakú debería espolear a toda la formación de Woking. Desde los pilotos Carlos Sainz y Lando Norris hasta el mandamás de los británicos, Zak Brown. Pero, el verdadero objetivo, el de volver a disputar victorias y ver a una McLaren ganadora aún está muy lejos. Aún así, la temporada está siendo bastante positiva.

Carlos Sáinz, que está cerca de disputar una nueva edición de su carrera local en el GP de España de este fin de semana, tiene clara cual debe ser la hoja de ruta del equipo británico y, aunque siempre ha sido un firme defensor de andarse con pies de plomo y de trabajar duro a diario, es optimista de cara a las ambiciones del equipo y el que debería ser el objetivo de la formación.

“Sabíamos la carga de combustible que llevábamos, los modos del motor que utilizamos y en los test vi que éramos fuertes. Pensé que tal vez podíamos divertirnos un poco en las primeras carreras, así que cuando fui a Australia sabia que el coche podría estar en la Q3 y en los puntos”, señala Sainz que, más tarde se daría de bruces con la pobre fiabilidad del McLaren MCL34.

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“Por tanto, fijé mis objetivos antes de Australia porque sabía más o menos dónde podíamos estar. Por eso, creo que nos debemos marcar el terminar en los puntos en casi todas las carreras, incluso en algunas como China, donde no clasificamos bien. No significa que vayamos a puntuar, que vayamos a hacer Q3 en cada carrera, pero ese debería ser el objetivo de McLaren en este momento”, admite el madrileño.

“Este año, en clasificación hemos mejorado y seguimos con un fuerte ritmo de carrera. Por tanto, esperaba que el ritmo de la carrera fuera bueno. Ahora entiendo por qué el año pasado el coche iba un poco mejor que en la clasificación. Lo he probado, sé como va y entiendo más o menos lo que está pasando. Hay algunas cosas interesantes que he aprendido”, concluye finalmente el de McLaren con las pilas totalmente cargadas para el GP de casa.