Carlos Sainz ha finalizado disgustado la clasificación en el circuito de Hungaroring, más aún habiendo visto como durante todos los entrenamientos libres estaba siendo uno de los más rápidos.

"Una pena, con todo el buen trabajo que habíamos hecho y con un set-up bastante bueno en los Libres 3, al llegar a la clasificación la pista ha cambiado y el viento también. Era como conducir un coche completamente diferente", ha afirmado.

Sainz ha reconocido que no se ha adaptado bien a unas condiciones cambiantes, quizá también por su condición de "rookie".

"Creo que habíamos hecho un buen fin de semana hasta ahora, pero de todo se aprende y todo hay que tenerlo en consideración, también mi falta de experiencia".

Ni la alta temperatura del trazado ni los neumáticos han sido un dolor de cabeza para Sainz, que insistió en que el viento fue su peor enemigo.

"Los neumáticos se han comportado decentemente durante la clasificación y el problema ha sido más la pista que me he encontrado, completamente diferente a la de los libres 3. La temperatura era igual que ayer en los Libres 2, es la dirección del viento y la intensidad lo que de verdad me ha puesto en problemas. Tenías un balance completamente diferente de una curva a otra y esto ha afectado a mi ritmo", ha confirmado.

Sin embargo, el español no tira la toalla para la carrera de mañana y confía en el ritmo en tandas largas para avanzar posiciones.

"Para mañana difícil, pero es Fórmula 1, puede pasar cualquier cosa. Tenemos que hacer primero una salida, unas primeras vueltas y a partir de ahí una estrategia. No es fácil, obviamente preferiría pasar a la Q3 y empezar por el lado limpio, pero eso no quita que habrá que intentar dar el máximo porque sabemos que la tanda larga de ayer no era mala", ha concluido.