Renault está teniendo una temporada complicada, especialmente en las últimas carreras donde su primer espada, Nico Hülkenberg, ha sido azotado con una fiabilidad nefasta que le ha hecho no sumar puntos desde el Gran Premio de Bélgica, en agosto. Al margen de eso, el Renault ha sido sorprendentemente competitivo, más incluso en clasificación que en carrera, colocándose como primera opción de ese grupo medio tan poblado en la actual Fórmula 1.

Sin embargo, solo Hülkenberg era capaz de hacerlo competitivo, habiendo sumado puntos en hasta seis veces esta temporada. No lo era en manos de Palmer, donde solo el caos del Gran Premio de Singapur le permitió sumar puntos por segunda vez en su carrera deportiva. Para bien o para mal, Palmer ya estaba sentenciado y la apuesta de Renault era Sainz. Era el que tenía que demostrar si el coche daba para más o no.

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Y lo demostró. Al término de la carrera, de su primera carrera con Renault, las caras de todo el equipo eran de satisfacción, de tranquilidad. La tranquilidad que te otorga el saber que toda la inversión, tanto económica como de tiempo ha merecido la pena. Nico Hülkenberg se tuvo que retirar a las primeras de cambio, lo que generalmente hubiera significado una carrera sin puntos para Renault, pero Sainz no es Palmer.

A pesar de una parte trasera más suelta y de un fin de semana de mucho viento, Sainz logró adaptarse al Renault con la facilidad que un piloto se adapta cuando da el paso a un vehículo más equilibrado, sin estar tan claro que el Renault sea un monoplaza mejor construido que el Toro Rosso. Realizó una carrera muy sólida, de nuevo sin estar claro que tuviese la mejor estrategia y sumó un fantástico séptimo puesto, perdiendo únicamente la batalla con Esteban Ocon, con el que luchó hasta el final.

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Sainz entra en Renault con seis puntos. Seis puntos que han permitido a Renault recuperar la posición en el mundial de constructores que habían perdido con el equipo Haas, al que ahora aventaja en cinco puntos. El equipo Toro Rosso se sitúa a solo cinco puntos e incluso se puede permitir soñar con alcanzar el equipo Williams, en la quinta posición, distanciado a 20 puntos.

En Fórmula 1 todo puede dar muchas vueltas en poco tiempo, pero en Renault se fueron a dormir con la tranquilidad de haber acertado de lleno en su fichaje. En Red Bull sonríen, pues ser competitivo con un vehículo puede deberse a muchos factores. Serlo con dos, no es casualidad. Hay piloto y habrá disputa en el futuro por él, seguro.